Cuando soñamos con tener una gran fortuna, muchos de nosotros imaginamos la gran cantidad de cosas que podríamos hacer con semejante dinero: hermosos viajes, lujosos autos y elegantes vestimentas. Tardes de relajo y una vida sin igual que tantos añoramos tener y nos conformamos con sólo pensarla.
Todo esto y más tenía el empresario irlandés-estadounidense Charles Feeney, quien un día cambió su vida y se convirtió en unos de los co-fundadores de una empresa pionera de Duty Free, lo que lo hizo ganar mucho, mucho dinero.
Sus reservas eran enormes, sin embargo, este magnate recientemente decidió desprenderse de todo aquello para donar su fortuna a un sinnúmero de causas, quedándose con un monto mucho menor al que poseía en un inicio.
Tanto así, que Feeney se convirtió en ser quien ha donado el mayor porcentaje de su dinero: nada menos que 8.000 millones de dólares destinados a fines que van desde la salud pública hasta planes de paz.
Varios personajes han dado grandes sumas de dinero por filantropía tales como George Soros, quien dio en vida un 49% de su fortuna ( US$ 12.100 millones); y también Bill y Melinda Gates, quienes con US$32.910 millones cedieron el 41% de ella.
Sin embargo, Feeney sobrepasó a todos los anteriores, donando un 373.000% de su fortuna para quedarse con menos de 10 millones de dólares para cubrir sus gastos de vida.
Es así como este hombre promotor de la simpleza queda a la cabeza del listado de Forbes de los donantes que son o han sido los más generosos, una ranking integrado por las 400 personas más ricas del país.
Cuando al hombre de 85 años le preguntan la razón de por qué decidió hacer este gran gesto en secreto, responde:
“Porque no tienes que explicar a la gente por qué lo estás haciendo”.
Además de donar a diferentes causas, el hombre entregó US$1.000 millones para ser destinados a Atlantic Philantropies, un grupo de entidades que el magnate creó en 1982 para canalizar sus donaciones.
Su negocio de Duty Free consistía en vender productos como licores, perfumes y cigarrillos y así es como los vicios de algunos contribuyeron al bienestar de otros.
El hombre hoy vive en un modesto apartamento en San Francisco, sin propiedades, sin bienes lujosos y sin ni siquiera un auto, según un testimonio de su presidente, Christopher Oechsli.
Comenta que se quedó sólo con el dinero suficiente para cubrir con los futuros gastos médicos de él y su esposa y los costos de vida que tendrán hasta morir.
Tan desprendido es este millonario, que incluso ha llegado a ser apodado como el antítesis de Donald Trump.
“Vivir y disfrutar la vida de la manera en que ahora vivo está bien. Estoy feliz con eso, mi esposa está feliz”.
La revista Forbes también lo nombró como el “James Bond de la filantropía”, ya que durante más de tres décadas se vio recorriendo el mundo como si fuera una persona común y corriente, fuera de los hoteles lujosos y asistiendo a los bares más populares de cada ciudad.
En su trayecto, Feeney se dio la misión de repartir grandes sumas de dinero de forma clandestina, todo como un resultado de un proceso personal que incluyó lecturas sobre filantropía y reflexiones personales.
“Consideré las alternativas que tenía en mi vida y pensé que lo mejor que puedes hacer es tender la mano, buscar a las personas menos afortunadas”
El apodado “Chuck“, tenía una vida bastante humilde a su corta edad, tiempos en que solía ganar dinero vendiendo tarjetas de navidad. Posteriormente se alistó en la fuerza aérea de E.E.U.U. y sirvió en la Guerra de Corea con inteligencia de señales.
Un programa gubernamental le otorgó la educación superior que necesitaba para convertirse en un gran hombre de negocios.
El graduado de la Universidad de Nueva York fundó la compañía Duty Free junto a Robert Miller en 1960, todo gracias a una experiencia que tuvo tras recibirse, tras vender bienes a tropas de los E.E.U.U. en otros países.
Su fortuna fue impresionante, hasta que llegó el punto en que se percató de que realmente tenía más de lo que necesitaba.
El estilo de vida de Feeney era bastante austero, haciéndose conocido por llevar puesto objetos económicos tales como un reloj de 15 dólares, o por sus viajes en clase económica y la particular bolsa de plástico en la que acarreaba sus periódicos que leía diariamente.
Y no extraña en lo absoluto su antigua riqueza:
“No, porque nunca me he apegado a la riqueza material”
“Vivir básicamente como lo hago, sabiendo que a través del trabajo de la fundación hicimos mucho bien a personas que nunca lo esperaban. Eso fue una especie de recompensa”.
Su presidente habla muy bien de Feeney y destaca lo que son sus valores y su preocupación por el prójimo:
“Aunque no es político, él tiene valores muy fuertes, y creo que teme por la integridad de este país y la forma en que algunos valores están siendo socavados”
Un artículo en el diario New York Times comparó el mes pasado a Feeney como un modelo totalmente opuesto a lo que es Trump:
“Durante años, Trump presionó fuerte para entrar en las listas de ricos, como la Forbes 400; Feeney ha tratado de estar fuera de ellas. La donación de Atlantic provenía enteramente del dinero de Feeney; gran parte del dinero que entró a la fundación Trump en años recientes era de otros”
Como sea, Feeney se siente muy satisfecho con la decisión de desprendimiento que ha tomado y nos deja una gran mensaje:
“No lo hice para probar nada, excepto que el mundo es con suerte un lugar mejor ahora porque he tomado mi dinero y lo he propagado a mucha gente. Es todo lo que puedo decir sobre eso”.
Si todos los millonarios decidieran hacer lo mismo que hizo Feeney, compartir sus valores y pensamientos, definitivamente estaríamos hablando de un mundo soñado por muchos.
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Post y Contenido Original de : UPSOCL
http://www.upsocl.com/mundo/el-antitesis-de-trump-magnate-dono-su-fortuna-para-quedarse-con-casi-nada/
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