Vida y Política | Columna 

México, 2018

16.23 | Mayo.2018.05 

Encuestas como la de SDP Noticias han comenzado a revelar una tendencia que, aunque parece que no iba a suceder, sucedió. El candidato del PRI, Jose Antonio Meade Kuribreña, ya esta en un empate técnico con Ricardo Anaya según las encuestas de preferencia de voto en México para la elección presidencial.

Esta noticia no debe pasar desapercibida puesto que podemos deducir que la maquinaria mas pesada del Estado ya esta ejerciendo una influencia directa en algunos medios de comunicación populares para comenzar a cerrar la brecha entre el tercero y el primer lugar, es decir, entre Jose Antonio  y Andres Manuel Lopez Obrador.

Parece momento de aceptar que Ricardo Anaya es un hombre que fácilmente puede aceptar ceder el paso del segundo al tercer lugar en la elección a presidente con tal de que se le asegure un escaño importante si Meade gana, todo a costa de hacerse a un lado. Para esto no es necesario que decline ante Meade, sino solamente que su campaña vaya en un lento decenso, como empieza a ocurrir. 

A fin de cuentas, a nadie toma por sorpresa a estas alturas saber que Ricardo es un artífice de lo que algunos denominan como el “PRIAN” es decir, aquellos partidos que, entre otras cosas, consumaron importantes reformas como la energética y que hoy ha abierto el paso a muchas nuevas marcas extranjeras para que ofrezcan sus gasolinas en el país sin ninguna diferencia en los altos costos en los que las ofrecen cada una de ellas. Ergo, han entrado al país a ganar dinero sin un beneficio directo o indirecto para las  familias mexicanas.

Siguen llegando, – por otra parte –  empresas españolas que atiborran México y nos hacen dudar si de nuestra conquista finalmente nos desprendimos, o si es solo que la forma de dominación cambio su dimensión política, doctrinaria e ideológica.

Faltan solamente 36 días para la elección y ya los números parecen cambiar de forma misteriosa, muy predecible. Uno baja y otro sube, como cediendo el paso.

Es mucho mas fácil para el PRI alcanzar y ganar la elección presidencial del 2018  y al mismo tiempo a Andrés Manuel porque la estructuras territoriales del partido hegemonico de la nación le  dan certeza no solo sobre su militancia, sino sobre sus votantes.  En otras palabras; El Estado no escatima en recursos con tal de conseguir la victoria que les asegure inmunidad y privilegios. No por nada ha sido el partido único de la nación los últimos 80 años.

No es solamente que parezcan, ante la opinión publica, un grupo de individuos corruptos nadamas. Son una estructura poderosa que hará uso de toda su operación política para poner cerca, muy cerca, a Meade con Andres Manuel antes del final de la elección.

Si aquellos que dicen creer fervientemente en un candidato – quien sea – y dicen buscar un cambio – y no ejercen ese día su derecho al voto de una forma libre, incorruptible y  organizada,  tengan por seguro que las mismas minorías de siempre ganaran.

Similitudes como que el día primero de Julio se vayan a celebrar  dos partidos de Octavos de Final de la Copa Mundial de Fútbol en Rusia ya fueron calculadas por gente que prevé todo tipo de organización social nacional que le pueda parecer desfavorable. No es algo de esta elección, dice también el periódico Reforma.

Así, México, en caso de calificar a Octavos de Final, tendrá su oportunidad ante el mundo de disputar el ya famoso quinto partido que ningún mexicano por ninguna razón querrá perderse, lo que generara movilidad entre las personas por desplazarse de un lugar a otro en un evento familiar o de amistad, lo que finalmente les impedirá votar en su casilla el día de la elección, por ejemplo.

Hechos previsibles como estos merman la organización política de los ciudadanos en torno a satisfacciones inmediatas como la victoria de nuestra “amada” selección de fútbol.

Que gane México el primero de julio.

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