Tras la insistente petición de Fundar, el Servicio de Administración Tribuatria (SAT) dio a conocer la lista de los condonados fiscales en los sexenios de Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto, en donde se dejó de percibir hasta 1,088 millones de pesos en impuestos.

Al ser directamente cuestionado sobre las personas vinculadas con su gabinete, bajó el tono de la crítica. “Eran condiciones toleradas, legales, establecidas en la Ley. Se aplicaban estas medidas de manera legales en Hacienda”, dijo. Pero insistió que fue un acto de impunidad.

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Al ser directamente cuestionado sobre las personas vinculadas con su gabinete, bajó el tono de la crítica. “Eran condiciones toleradas, legales, establecidas en la Ley. Se aplicaban estas medidas de manera legales en Hacienda”, dijo. Pero insistió que fue un acto de impunidad.

La ley de ingresos 2007 aprobada por el Congreso, estableció reglas de recuperación de cartera, especialmente de más de 5 años mediante condonación de intereses moratorios, recargos y gastos. No hubo, en mi conocimiento, condonaciones orientadas a contribuyente en específico. pic.twitter.com/h5mpefvqqr

— Felipe Calderón (@FelipeCalderon) 2 de octubre de 2019

La defensa de Calderón

Por su parte, Felipe Calderón no tardó en replicar, como ya se ha vuelto costumbre para el expresidente en lo que va de este sexenio. Primero lo hizo a través de su cuenta de Twtitter y se abrió espacio radiofónico para hablar al respecto.

En el espacio de Ciro Gómez Leyva, Calderón aclaró: “Jamás condené impuestos. No es una atribución del presidente de la república. Es una atribución del SAT”.

Explicó, en línea con lo dicho esta mañana por el presidente, que las personas que fueron expuestas en realidad se acogieron al programa del SAT. “Se trataba de créditos fiscales a punto de prescribir y el SAT buscaba dar incentivos para que la gente se regularice”.

Además, dijo desconocer la lista de beneficiarios, pero afirmó que si alguno de ellos fue condenado irregularmente, contrario a la ley, “que se investigue”. Aunque de entrada negó que alguno de los funcionarios de su Gobierno- como José Antonio Meade o Agustín Carstens- hubieran actuado con arbitrariedad.