La contingencia tardía y la falta de protocolos agudizan la crisis de salud
En México cada año mueren 57 personas al día por la mala calidad del aire. Desde el 10 de mayo la CDMX ha estado cubierta por una capa de bruma que parece ennegrecerse con el pasar de los días.
Las medidas de contingencia parecen ser insuficientes y las personas no terminan de entender por qué la presencia de esta bruma y de las partículas PM2.5 que la compone; además de incomodar, enferma.
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Las partículas PM2.5 son pequeñísimos residuos de diversos contaminantes que se encuentran dispersos en el aire. Debido a su ínfimo tamaño pueden incrustarse en los pulmones. La materia particulada está compuesta en su mayoría por componentes sólidos y líquidos, específicamente:
- Desperdicios y sustancias orgánicas
- Sustancias químicas
- Metales
- Polvo
- Hollín
- Componentes ácidos (nitratos, sulfatos, amoniaco y cloruro de sodio)
Todos estos contaminantes son provocados por el uso excesivo de los automóviles, los residuos de fábricas, el humo emitido por los fumadores de tabaco y la basura que se genera diariamente del consumo de diversos productos.
Sin embargo, también provienen de los incendios forestales y la materia orgánica.
A largo plazo respirar estas sustancias es más peligroso de lo que parece: no, no sólo se trata de un par de ojos llorosos, nariz congestionada y una ligera pesadez en el pecho. Estos son los padecimientos que se pueden desarrollar:
- Cardiopatias
- Infección en la garganta
- Infartos cerebrales
- Infecciones respiratorias agudas (en caso de los menores de edad)
- Enfermedad Pulmonar Obstructiva (EPOC)
Según la UNAM, en el país hay 21 mil muertes al año relacionadas con la contaminación ambiental y la mala calidad del aire.
Aunque estas cifras son alarmantes parece que hay pocos protocolos para prevenir esta situación y mucho menos para combatirla.
Uno de los problemas centrales es que la contaminación se percibe como un aspecto más de la vida cotidiana y no como un problema de salud pública.
Otro problema es la contingencia tardía, en este sentido, existen grupos vulnerables como los adultos mayores, niños y personas con problemas de salud que al exponerse a una gran cantidad de contaminantes desarrollan problemas respiratorias.
57 muertes por día no parecen excesivas considerando que la mala calidad del aire no es el único problema que amenaza la salud pública, también se encuentran la mala alimentación, la diabetes y otras enfermedades crónicas.
Así mismo, se crean ambientes sin árboles, sucios y cerrados que a la larga son una red sin escapatoria que hemos tejido.