Los perro son criaturas con personalidades muy particulares, cada uno tiene su propia forma de hacer las cosas, comportarse y sobre todo, de responder ante las ordenes de sus humanos. Ordenes que suelen ser solamente para su propia protección, pero a ellos no les interesa si no es algo que interfiera con lo que quieren hacer.
Como Bo, un labrador negro que por supuesto, no tiene permitido arrancarse de su casa para ir a pasear a granjas cercanas porque podría perderse.
Pero a él claramente no le puede importar menos esta regla que sus humanos le impusieron y una noche decidió simplemente salir de casa para disfrutar de alguna aventura nocturna.
Los Krier viven en Kansas en granjas extensas, llenas de áreas de cultivo. Así que cuando notaron que Bo había desaparecido por la noche no pudieron evitar preocuparse demasiado.
¿A dónde habría ido? ¿Estaría bien? ¿Sabría cómo volver a casa? ¿Y si le había pasado algo y no podía volver al hogar? Miles de preguntas pasaron por sus mentes.
Al día siguiente de que su perro decidiera salir de excursión, los Krier escucharon sobre un perro que andaba rondando en un campo a 10 metros de su casa que encajaba con la descripción de Bo.
Así que Kyle, el papa de Bo, decidió ir al día siguiente a buscarlo al lugar donde lo habían visto y descubrió que Bo no se fue de fiestas por si solo, sino que traía un par de amigos con él.
Primero Kyle vio a Bo correr hacia él:
Y después apareció un perro labrador de color claro y una cabra, sí, una cabra.
Acá pueden ver el video del momento:
Resulta que los compañeros de Bo son Ozzy y Libby, animales que pertenecen a los vecinos de los Kriers, Chris y Shawna Huggans.
“Es difícil decir si Bo the Black Lab o Libby y Ozzy fueron los culpables de iniciar la aventura. Pero, sin embargo, escaparon. Son amigos por supuesto”.
-Shawna Huggans a The Dodo.
Lo bueno es que ninguno de los tres animales resultó herido de su aventura nocturna descubriendo los misterios de la zona donde viven (aunque nada asegura que no se arranquen de nuevo).
Source: UPSOCL