Lo común cuando una relación se fractura y ambos la pasan mal es que cada quien tome su camino por separado.
Por supuesto las relaciones que se tienen a los 20 años son distintas de las que se tienen a los 40, mientras mayor estabilidad haya existido en la pareja más difícil es dejarse atrás, la ruptura no siempre es la respuesta.
Si sientes que tu relación está a punto de colapsar, pero crees que vale la pena rescatarla, el método H-E-A-L (acrónimo para “sanar” en español) de la Dra. Melanie Greenberg —psicóloga experta en relaciones humanas— podría ser la respuesta.
Greenberg plantea 4 sencillos pasos que tu pareja y tú deben seguir al pie de la letra si les interesa rescatar lo que tienen juntos:
#1 Aprender a escuchar
Parece sencillo pero este punto se refiere a aquello que hay más allá de las palabras: leerse mutuamente las expresiones faciales y el lenguaje corporal en situaciones difíciles es clave. La mejor manera de calmar a un cónyuge enojado o triste es hacerle saber que se escuchan y aceptan sus necesidades no satisfechas, además de la disposición para ayudarle.
#2 Empaticen a más allá de lo verbal
Permanecer emocionalmente comprometido y expresar compasión por lo que le ocurre al otro puede proporcionar comodidad y una nueva conexión en la convivencia. Muchas veces, eso es todo lo que se necesita. A su vez, sentir que la pareja entiende nuestra situación aumenta el deseo de corresponderle.
#3 Reconozcan los momentos para actuar
Las medidas para abordar inquietudes y situaciones desagradables no deben esperar. Se debe demostrar voluntad para tratar temas difíciles con la “cabeza fría”. Estas acciones pueden ir desde ayudar más con los quehaceres del hogar, hasta dejar de lado celos de antaño o actitudes infantiles. Esto puede crear un ciclo positivo y paulatino en el que ambos se sientan valorados constantemente.
#4 Lo más importante: no teman expresar su amor
Sentir y expresar amor incondicional va más allá de una meta de “telenovela”. Es necesario que ambos tengan un espacio a solas durante el día para reconectarse deliberadamente con aquello que sintieron al iniciar su relación. Ayuda pensar en las cualidades del otro o apostar por detalles tan simples como ponerse el perfume favorito de nuestro compañero. En este punto puede revelarse si hay problemas de confianza no resueltos que obstaculizan su capacidad de amar, en cuanto se detecten es importante retomar el paso 3 y conversar sin tabúes.
Suena cursi, pero incluso la Dra. Greenberg afirma que muchos de sus pacientes han redescubierto el amor que se tienen con este método y se han evitado llegar a tribunales con un acta de divorcio. Antes de una decisión drástica vale la pena intentar su probado método, ¿no lo crees?
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