El día de ayer en un partido de la Primeira Liga entre el Porto y el Vitória Guimaraes, quienes jugaban de local, el jugador francomaliense, Moussa Marega, decidió en protesta por los insultos racistas que le profería la afición del equipo local abandonar la cancha de juego luego de marcar el gol que le diera la victoria a los “dragones”, éste hecho causó la indignación no sólo del técnico del equipo, sino también del presidente y primer ministro lusitanos.
Al minuto 59′ Marega marcó el gol de la victoria para su equipo, el Porto, y minutos después sin escuchar las voces de compañeros de equipo decidió abandonar a manera de protesta el campo de futbol al minuto 71, por esta acción incluso el árbitro del encuentro le sacó una tarjeta amarilla.
A través de Instagram el futbolista emitió un mensaje en el que condenaba el hecho: “Solo me gustaría decirles a estos idiotas que vienen al estadio a hacer gritos racistas… idos a la mierda. Y también agradezco a los árbitros por no defenderme y por darme una tarjeta amarilla porque defiendo el color de mi piel”.
Por su parte el entrenador de su equipo, Sergio Conceiçao, también opinó al respecto y afirmó: “Me gusta hablar de fútbol, pero hoy no lo puedo hacer a causa de lo que ha pasado. Estamos indignados con lo ocurrido (…) Moussa fue insultado desde el calentamiento. Nosotros somos una familia, independientemente de la nacionalidad y del color de la piel. Nosotros somos una familia, somos humanos, merecemos respeto y lo que ha pasado aquí es lamentable”.
Quienes también terminaron sumándose a las condenas al hecho fueron el presidente Marcelo Rebelo de Sousa, y el primer ministro, Antonio Costa, el presidente manifestó condenó el hecho, mientras que Costa recordó que todo acto de racismo se considera un delito y debe ser condenado, declaró además que ningún ser humano debe ser objeto de ese tipo de humillaciones, Costa es hijo de padre mozambiqueño.
Por su parte el presidente de la Federación Portuguesa de Futbol, Fernando Gomes, en un comunicado manifestó que trabajará para que todos los aficionados que no respetan el futbol se queden a las puertas de los estadios.
