Nacida en 1964, Adriana Varejão es una de las artistas líderes de Brasil habiendo participado en diversas exposiciones internacionales, entre ellas, la Bienal de São Paulo, Tate Modern en Londres y en el MoMA en Nueva York. Su obra tiene como base argumental al período colonial brasileño y utiliza técnicas mixtas como óleo, tela y escultura de madera para transmitir la idea de recuperación cultural.
Un elemento recurrente en su trabajo son los azulejos, que parecen tener carne de algún ser vivo. Dichos elementos sugieren la unión entre los objetos del pasado y la historia viva del presente, entre lo real y lo abstracto, ya que los modelos de azulejos fueron tomados de edificios importantes de Portugal, España o Brasil y la acción de “rellenarlos” con carne hace alusión a la introducción de esos elementos a una nueva cultura.
En cierta forma, los edificios son la superficie visible de una ciudad, su piel que enseña las cicatrices de su historia, los cambios y las nuevas modas.
En la pieza Figura de convite y la artista presenta una antigua alegoría europea que invita a una fiesta de caníbales, una ilustración típica de los autores europeos que exageraban a los pueblos nativos de américa, que en realidad no sabían nada de ellos. Sin embargo, bajo esta nueva perspectiva, la obra se apropia de dicho discurso burlón y como si fuese una continuación de la “antropofagia brasileña” crea una nueva versión auténtica que expresa que si bien Brasil fue una colonia, ellos devoraron la cultura europea y la transforman en una nueva.
