Muchas de las telenovelas y series que vimos en televisión perpetuaron durante mucho tiempo estereotipos de género y fomentaron ideologías que hoy, a la distancia, no sólo son erróneas, son incorrectas.
En Friends, por ejemplo, Ross Geller (el novio de Rachel Green) se nos presenta como un hombre cariñoso, atento con ganas de entablar una relación duradera y un padre ejemplar.
Sin embargo, al poco tiempo los celos lo enloquecen y todo lo malo en él sale a relucir. Lo mismo ocurre con Don Armando, de la exitosa telenovela ‘Yo soy Betty, la fea’, quien se nos presenta como el hombre ideal, pero si lo pensamos bien en realidad es despreciable (como te lo platicamos en esta nota).
Justo por esto, consideramos que era necesario hablar de otro personaje de ‘Yo soy Betty, la fea’, que, en su momento, fue tachada por la mayoría de los televidentes como la malvada de la telenovela. Nos referimos a Marela Valencia.
El papel de Marcela para muchos es el de la novia cansona, celosa y egoísta que retiene “por la fuerza” a un hombre que ya no la ama.
Sin embargo, juzgarla así es injusto, Marcela no sólo es la víctima a la que más daño hace el machismo de Armando, también es la figura más la heroína que sale a dar la cara siempre que alguna de las mujeres, cercanas a ella, están en problemas.
Lo único “malo” en Marcela Valencia, es su carácter fuerte y su “mal humor”. Sin estos dos aspectos “negativos”, Betty no tendría ninguna justificación para convertirse en la amante de un hombre comprometido.
Pero dejando de lado estos pequeños defectos, Marcela Valencia es una gran mujer que es solidaria con otras mujeres.
Los malos tratos de Marcela hacia Betty justifican, dentro de la telenovela, que ésta última se convierta en la amante de Armando. De hecho, sin una “cruel” Marcela, Betty solo sería una villana sin corazón a la que no le importa meterse con el prometido de otra mujer.
En varias ocasiones Marcela mete las manos por sus compañeras de trabajo (y subordinadas).
Marcela ayuda a Aura María en dos ocasiones: la primera es dándole otra oportunidad para que no pierda su trabajo e incluso en esa misma ocasión le pide que rectifique sobre la forma en la que deja que la usen los hombres.
En la segunda ocasión es poniendo un alto a Gutiérrez, jefe directo de Aura María que la hace trabajar hasta tarde para acosarla sexualmente.
También ayuda a Sofía para que pueda cobrar la pensión de sus hijos porque el padre de los niños se ha desentendido de sus responsabilidades. Esto lo hace simplemente por empatía pues jamás le cobra el favor, al contrario, la asesora con un abogado para que deje de padecer.
A su amiga Patricia Fernández la ayuda tanto como puede, invitándola a comer, pagando sus cuentas y hasta dándole dinero, pese a que ésta es la secretaria de Armando con mejor salario.
Otro rasgo que demuestra que Marcela Valencia es una verdadera feminista es que jamás habla mal de otras mujeres e incluso le molesta mucho que otras mujeres lo hagan.
Por eso le pide al “Cuartel de las Feas”, en más de una ocasión, que dejen de meterse en chismes (de hablar de las modelos con las que se acuesta Armando) y se pongan a trabajar.
Finalmente, cuando se entera que Betty es la amante de Armando lo toma con filosofía y cuando éste al fin decide dejarla, ella se comporta a la altura, demostrando que jamás fue posesiva, sólo creía en las mentiras que Armando le decía cada vez que justificaba una de sus andadas.