Este verano llega Infierno en la Tormenta, la cual no decepciona.
El cine tiene una fascinación por mostrar lo terrorífica que puede ser la naturaleza, en especial el agua (mar, río, lago), por las criaturas que habitan en ella.
La trama sigue a Hayley (Kaya Scodelario) quien decide ignorar las órdenes de evacuación en Florida cuando golpea un huracán de categoría cinco para buscar a su padre.
Al encontrarlo gravemente herido, los dos quedan atrapados en el sótano de la casa que se inunda rápidamente. Sin embargo, ese es el menor de sus problemas, pues pronto descubren que varios cocodrilos los acompañan en este espacio estrecho.
En la década de los 70 tomó fuerza un subgénero del terror enfocado en el miedo a varios animales; así obtuvimos joyas como Tiburón y Piraña. Con el tiempo, este tipo de cintas se volvió algo muy exagerado que más que ocasionar miedo, dan risa (Sharknado, Megalodón).
¿Por qué vale la pena Infierno en la Tormenta?
Sin embargo, Infierno en la Tormenta es un buen regreso a los inicios de este género. No decimos que sea perfecta, ni siquiera ingeniosa, pero logra generar suspenso y miedo que es lo que cualquiera quiere sentir con este tipo de filmes.
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La amenaza a la que Hayley y su padre se enfrentan en Infierno en la Tormenta es doble (un huracán y cocodrilos); sin embargo, a diferencia de otras cintas del género, estos hechos se sienten muy naturales.
Sobre todo porque los lagartos no son producto de experimentación, ni son mutantes, ni vienen del espacio; son completamente normales.
Esto hace que la situación sea mucho más realista y el miedo que el espectador siente también, pues es una circunstancia que bien puede suceder en la vida real.
Aunque tenemos estos peligros, la trama de Infierno en la Tormenta recae por completo en los dos protagonistas, quienes lo hacen bastante bien.
Sobre todo Scodelario a quien deberíamos ponerle más atención, pues no nos sorprendería que este sea su nicho y se convierta en toda una scream queen en un futuro próximo.
La locación es algo que también ayuda mucho a la historia, pues se desarrolla en un espacio estrecho y cerrado que genera un sentimiento de claustrofobia en el espectador y que, al mismo tiempo, produce estrés y angustia por la situación de los personajes.
Como podemos ver, en esta cinta menos es más, pues la historia solo cuenta con dos personajes principales y gran parte de la acción se desarrolla en una sola locación y funciona perfectamente bien.
Además, Infierno en la Tormenta cuenta con una duración relativamente corta (hora y media) y tiene un ritmo bastante rápido, por lo que nunca mantiene tu atención en todo momento.
