Improcedente paro de árbitros, por falta de sustento en su acusación: Marco Rodríguez. Con Primitivo Olvera

El exárbitro Marco Antonio Rodríguez afirmó que el movimiento de los árbitros que se negaron a pitar en los partidos de la Jornada 10, en protesta por las sanciones que obtuvieron varios jugadores que se vieron involucrados en actos violentos contra los silbantes, es improcedente. En entrevista para el espacio de Fórmula Noticias con Primitivo Olvera, Marco Rodríguez asegura que a la denuncia de los árbitros afectados "les faltó sustento a los árbitros para que el Comité de Disciplina no tuviese ningún tipo de salida; o fue porque los árbitros son jóvenes y tiene mucho potencial pero les falto conocer los procedimientos o no conocen el reglamento de sanciones". Indicó que estos hechos se deben tomar en cuenta dos puntos, el primero relacionado con el reporte arbitral, que "primero lo establece como conducta violenta y lo luego lo describe como una agresión y pone cómo lo agredió; eso es correcto y felicito a los árbitros por poner la palabra 'agresión' y conducta violenta, porque tiene que tener un sustento conforme a las reglas del juego". Sin embargo, dijo, la conducta violenta tiene dos principios para tener validez dicha afirmación "debe tener el elemento de fuerza excesiva o brutalidad, y también que esta fuerza excesiva o brutalidad haya causado un daño o una lesión, o haya puesto en peligro la integridad física del árbitro. "Si este acontecimiento de Triverio puso en peligro la integridad física del árbitro con el golpe o el cabezazo de Aguilar, entonces lo que tenían que haber hecho los dos árbitros era haber llamado a los dos médicos, y que validaran la agresión, y ellos no hicieron esta última parte". Afirmó que hubo desconocimiento del reglamento de sanciones por parte de los árbitros, pues de haberlo no habría habido forma de que el Comité Disciplinario de la Federación Mexicana de Fútbol interpretara el reporte que ellos hicieron. Subrayó que si el parte médico hubiera estado integrado en el reporte, "estoy seguro que los dos jugadores se hubiesen ido un año, aunque también los médicos debieron haber evaluado si hubo un daño o se puso en peligro la integridad física del árbitro con estos golpes". Reiteró que la conducta de los jugadores fue violenta, "pero al no considerarse como tal, conforme con el marco regulatorio del futbol mexicano, que es el código de sanciones, incluso la reglas del juego de la FIFA, donde se señala que la única facultad que tiene un árbitro para expulsar es la conducta violenta, pero esta debe ir acompañada por una fuerza excesiva y un daño, al no haber daño entonces la Disciplinaria se baja a la otra descripción que es intento de agresión". acm