La Filarmónica de Viena abrió este domingo su temporada 2017 con su tradicional Concierto de Año Nuevo, en la ocasión bajo la batuta del más joven maestro en dirigir esta orquesta, el carismático venezolano Gustavo Dudamel.
El director, de 35 años de edad, que en la actualidad dirige a la Filarmónica de Los Ángeles, sigue tras los pasos de otros grandes maestros como Herbert von Karajan, Claudio Abbado y Zubin Mehta.
“Un verdadero honor dirigir los Conciertos de Año Nuevo”, tuiteó Dudamel hora antes del gran evento, transmitido en directo en más de 90 países donde lo vieron millones de personas.
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El “Neujahrskonzert”, ejecutado en el Gran Hall del célebre Musikverein de Viena, estuvo dedicado a la familia de compositores del siglo XIX Strauss.
El programa para este 2017 estuvo integrado por valses, polcas y marchas, para finalizar precisamente con la legendaria “Marcha Radetzky”, del primer Johann Strauss.
Sobre el final también se pudo escuchar el tradicional vals Danubio Azul, de su hijo y tocayo Johann Strauss, que celebrará su 150º aniversario el mes próximo.
Pero cada edición de este concierto conoce variantes, y además de los Strauss, este año fueron incluidas piezas de otros grandes autores, como “Las alegres comadres de Windsor”, musicalizada por Otto Nicolai.
En determinado momento, el toque alegre lo dio un grupo de jóvenes bailarines de ballet, que transitaron por el dorado pasillo y evolucionaron en medio del público.
El vestuario de la orquesta fue diseñado por la superestrella de la moda Vivian Westwood y su marido austriaco, Andreas Kronthaler.
Al final del espectáculo de 15 piezas, que duró dos horas y media, un Dudamel visiblemente conmovido recibió una ovación del público de pie, incluido el ministro de Relaciones Exteriores austriaco, Sebastian Kurz, quien se encontraba entre las numerosas personalidades presentes.
“Dirigir el Danubio Azul significa que ahora puedo morir en paz”, había dicho el joven maestro el jueves en una rueda de prensa en Viena.
– En 1987 empezaron a rotar los directores –
Andreas Großbauer, presidente de la Orquesta vienesa y primer violín, había declarado que “todavía escucha en su oído el grito” de felicidad de Dudamel cuando lo llamó para pedirle si deseaba dirigir esta manifestación organizada en la sala del Musikverein.
En los años 1980, tras un reinado durante 25 años del austriaco Willi Boskovsky y de 6 temporadas de su sucesor, el estadounidense Lorin Maazel, quien falleció este año, se decidió contar con un director distinto en cada año.
Poco después del concierto dominical, la Filarmónica de Viena anunció que un rostro familiar regresará al escenario para dirigir la próxima edición. Se trata del italiano Riccardo Muti, quien dirigirá este concierto el 1 de enero de 2018 por quinta vez en su carrera.
Muti igualaría de esta manera el récord Zubin Mehta (1990, 1995, 1998, 2007 y 2015), el que más repitió desde el comienzo de la rotación anual, que la inauguró von Karajan en 1987.
Otro de los grandes maestros que ha prestigiado con su batuta el comienzo de año vienés ha sido el argentino-israelí Daniel Barenboim (2009 y 2014).
Este acontecimiento comenzó su andadura el 31 de diciembre de 1939, bajo el nazismo, pero en los años siguientes estos orígenes oscuros se fueron olvidando y gradualmente llegó a convertirse en punto culminante del calendario de la música clásica internacional.
Debido a la enorme demanda, las entradas para cada edición del concierto son sorteadas en una lotería a principios de año.
Con información de AFP
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Post y Contenido Original de : Infobae
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