CIUDAD DE MÉXICO.

El senador del Partido Acción Nacional (PAN), Francisco Búrquez Valenzuela, indicó esta mañana que el aumento en la gasolina ‘no es un costo de’ la misma, sino ‘un costo fiscal que puso el gobierno’ por el déficit que padece Petróleos Mexicanos (Pemex) y otros rubros de la agenda financiera nacional: ‘se está jugando con la paciencia de los ciudadanos’.

En entrevista telefónica con Patricia Rodríguez Calva para Grupo Imagen.

Dijo que es ‘lamentable el incremento; esto no es un gasolinazo, es un robo en despoblado; se deriva de un impuesto para que el gobierno se quedará con cada seis pesos que se cobran por litro’; pretenden quedarse con 300 mil millones de pesos (mmdp); ‘todo por la incapacidad y la quiebra de Pemex: la gasolina debería costar 12 pesos’.

El precio del combustible está beneficiando a otros países, pero no a México. Si el precio de la gasolina no incluyera el impuesto extra, podría estar en 12 pesos el litro. Es un atropello mayúsculo, no debe ser aceptado; en el Congreso no podemos hacer el contrapeso”, porque la mayoría de los legisladores votaron a favor por un impuesto más, años atrás.

Y ‘ahí deberíamos de ponerle al gobierno federal una barrera; hay que ejercer una presión, que haya bloqueos y manifestaciones si es necesario. En Estados Unidos, el equivalente se vende a 10 pesos: se trata del impuesto que metió el gobierno para arreglar sus finanzas. La deuda mexicana creció: cada familia del país adeuda 360 mil pesos’.

Estamos pagando el doble de impuestos. El (gravamen) encargado de este aumento es el IEPS (Impuesto Especial sobre Producción y Servicios), el cual nació hace dos años, se discutió en el Senado, muy pocos votaron en contra, y ahí están las consecuencias: se le da dinero indebido al gobierno. Apelamos a la presión ciudadana”.

Agregó que es el momento para ver de ‘qué están hechos los partidos. No se ha hecho nada porque TODOS, y digo TODOS los partidos políticos piensan que México va a progresar si tiene más impuestos. El sistema político tiene que cambiar, el dinero debería estar en la gente y de las empresas a favor de la economía interna; necesitamos limitar a los gobiernos´.

La política se convirtió en un gran negocio; los políticos prefieren jugar con el poco o mucho riesgo, terminar una administración y salir con las bolsas llenas. La clase política no está escuchando a la ciudadanía: es legítimo que el ciudadano se defienda cuando el Congreso no representa a los mexicanos. Todo se convertirá en hipotecas para nuestros hijos”.

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edd