Colombia ha sufrido desde hace tiempo el flagelo del delito y la violencia, pero también ha encarado como pocos en la región la reforma de las fuerzas de seguridad para hacer frente a esa situación. En consecuencia, el país logró bajar sus tasas de homicidio y de secuestro a niveles históricos.

El jefe de la policía de Colombia, el Mayor General Jorge Henando Nieto Rojas, dio el miércoles una conferencia en la ciudad de Buenos Aires, Argentina, sobre la lucha en conjunto contra la criminalidad en la región y en el contexto de una mejora en los vínculos y la cooperación entre las policías de ambos países.

“Nuestras policías en nuestros países son catalizadores sociales“, dijo Nieto Rojas, para quien el oficial latinoamericano tiene la doble función de controlar el cumplimiento de la ley y prestar atención a la problemática social de cada lugar. “En Colombia a la policía le toca hacerle la casa al ciudadano, darle comida al ciudadano, ir a arreglarle la calle al ciudadano, hacer una campaña para darle ropa”, señaló.

En 1995, la tasa de homicidios de Colombia llegó a 70 cada 100.000 habitantes, por encima de la media para el continente y muy por arriba de Argentina, con 8, o de México, con 17, según datos del Banco Mundial. En 2016 había bajado a 26, una cifra todavía alta pero, al mismo tiempo, el nivel más bajo en 40 años para el país.

Nieto Rojas fue invitado por la ministra de Seguridad de Argentina, Patricia Bullrich, y dio una conferencia ante representantes de las fuerzas de seguridad provinciales del país.

“Colombia en los últimos años ha tenido una tarea muy importantes en los temas en los que Argentina está trabajando, que es la lucha contra el narcotráfico, la construcción de un modelo de seguridad ciudadana muy exitoso, la posibilidad de trabajar con altos niveles de conflicto y transformarlos en barrios de convivencia”, dijo Bullrich.

Nieto Rojas señaló por su parte que “nosotros atacamos el narcotráfico como un sistema criminal. Tenemos una estrategia de combate al narcotráfico, y hemos tenido problemas en varios niveles”.

“Pero nos ha dado resultados. Si no los hubiéramos hecho, el que estaría hablando aquí sería un narcotraficante”, dijo Nieto Rojas en referencia a los altos niveles de corrupción e infiltración por parte de los cárteles que sufrió la Policía Nacional de Colombia.

En cuanto a las conversaciones de paz mantenidas en La Habana entre el gobierno del presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, y las Fuerzas Armadas Revolucionarias, Nieto Rojas rescató el rol de la policía en el camino al fin del conflicto.

“Si las FARC están en este momento sentados allá, es porque el Gobierno unió todas las inteligencias que tenía el Estado, las articuló en un componente cerrado de trabajo articulado y elaboró productos estratégicos”, opinó. “Eso fue lo único, y la policía jugó allí un papel fundamental”, agregó.

Uno de los puntos principales en las negociaciones por la paz radica en la seguridad rural en las áreas que la guerrilla dejará de ocupar y el Estado colombiano reclamará una vez más. “Tenemos un modelo de seguridad rural, con ese proceso que tenemos en Colombia de un posconflicto, el tema del campo va a jugar un papel importante“, dijo Nieto Rojas.

“Para eso la policía nacional tiene todo un sistema que lo que pretende es que a partir del crimen y de las economías criminales, de la seguridad de la población y del despliegue territorial haya una coordinación que sea integral”, concluyó.

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Post y Contenido Original de : Infobae
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