Todo el mundo esperaba un duelo entre el ex presidente Nicolás Sarkozy y el alcalde de Burdeos Alain Juppé. Sin embargo, contra todo pronóstico, la primera vuelta de las primarias de la derecha francesa descartó al ex mandatario francés del combate e instaló como nueva figura al ex primer ministro Françoise Fillon, de 62 años. El candidato tapado hasta el momento logró superar no sólo a Sarkozy, sino que también venció a Juppé en la segunda vuelta.
Durante la campaña de primarias recibió el apoyo del ex jefe de Estado Valéry Giscard d’Estaing, uno de los grandes nombres de los conservadores que ve en él a un hombre “serio y honesto, que cree en lo que dice y hará lo que dice”. Su candidatura recibió un gran impulso después de publicar, el pasado mes de septiembre, Derrotar al totalitarismo islámico, un libro en el que aborda diferentes medidas para detener la expansión del fundamentalismo islámico en Francia.
Fillon defiende un proyecto que él mismo califica de “radical”. La liberalización de la economía, la restauración de la autoridad del Estado y la afirmación de los valores son sus ejes prioritarios.
Entre sus propuestas estrella está la reducción de 500.000 funcionarios, compensados con un aumento del tiempo de trabajo en los empleos públicos. Otras de sus más controvertidas medidas también son el retraso de tres años de la edad de jubilación y la eliminación de la jornada laboral de 35 horas, una de las grandes conquistas de la socialdemocracia del país.
A nivel exterior, quiere recomponer, como Donald Trump, las relaciones con Rusia. De hecho, no ve con buenos ojos las sanciones que se han impuesto por la anexión de Crimea y quiere una alianza con Moscú. Además está a favor de una alianza con el presidente sirio, Bashar Al Assad, para acabar con el Daesh (Estado Islámico).
En los social, sostiene las políticas típicas de la derecha: es contrario a la adopción por parte de parejas homosexuales y del aborto y, junto con eso, recupera la propuesta de François Hollande -que nunca vio la luz- para retirar la nacionalidad a los condenados por terrorismo. En materia de migración es donde sus propuestas se endurecen aún más ya que pretende dificultar las condiciones de reagrupación para los inmigrantes, establecer cuotas de entrada en el país y retirar las ayudas sociales a quienes lleven menos de dos años en Francia.
También es partidario de prohibir el burkini, a pesar de que el Consejo de Estado francés validó el julio pasado el uso de esta vestimenta en las playas francesas.
Una carrera sin Hollande
Licenciado en Derecho, reconoce que llegó a la política por casualidad, como ayudante parlamentario del diputado Joël Le Theule en 1976. Progresivamente fue entrando escalando posiciones hasta que llegó a ministro de Educación (1993-1995) en el Ejecutivo de Édouard Balladur, titular de Tecnologías de la Información (mayo-noviembre 1995), ministro delegado de Telecomunicaciones (1995-1997) en el de Alain Juppé, y de Asuntos Sociales (2002-2004) con Jean-Pierre Raffarin. Retomó la cartera de Educación en 2004, durante el primer gobierno de Sarkozy, a quien conoce desde hace más de 30 años.
Ascendió a primer ministro en mayo de 2007 y ha sido el único en ocupar el cargo que no cedió su puesto a lo largo de un mandato presidencial, que terminó en 2012.
Su etapa posgubernamental quedó marcada por la polémica elección interna del partido Unión por un Movimiento Popular (UMP), actual Los Republicanos, en la que él y el otro candidato, Jean-Francois Copé, se acusaron de fraude.
Hijo de un notario y de una historiadora, y originario de Le Mans (oeste de Francia), está casado con una galesa con la que tiene cinco hijos.
Entre sus aficiones hay la tauromaquia, el alpinismo y el footing. También le apasiona las carreras automovilísticas.
Ahora será él quien protagonizará la próxima competición hasta el Palacio del Elíseo. Su rival más fuerte en el camino será la candidata por la ultraderecha del Frente Nacional de Marie Le Pen.
De los otros adversarios, este jueves se conoció que el presidente francés Françoise Hollande no optará a un segundo mandato. La incógnita ahora es saber si el primer ministro, Manuel Valls, se presentará a la liza interna.
Otros tres han optado por lanzarse a la carrera presidencial sin pasar por las primarias: el eurodiputado y presidente del Frente de Izquierdas Jean Luc Melénchon, el ex ministro de Economía de Hollande Emmanuel Macron, y Sylvia Pinel, del Partido Radical de Izquierdas.
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Post y Contenido Original de : El Ciudadano
http://www.elciudadano.cl/2016/12/01/342245/francia-quien-es-el-candidato-de-la-derecha-para-las-proximas-presidenciales2016/
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