Portugal está enfrentando una crisis en el sector de la vivienda. Como resultado, el país ha tomado medidas para atraer inversiones extranjeras con el objetivo de recaudar fondos y cumplir con las demandas de sus acreedores.
La situación de la falta de vivienda se ha empeorado en Portugal desde que el país se vio obligado a pedir ayuda financiera internacional en 2011 debido a su amenaza de quiebra.
Con el fin de recuperar su economía y cumplir con las demandas de sus deudores, el país adoptó varias medidas para atraer capitales extranjeros. Estas incluyen los "visados dorados", que son permisos de residencia otorgados a inversores adinerados, así como beneficios fiscales para los jubilados extranjeros y los trabajadores digitales remotos.
Estos inversionistas jugaron un papel importante en impulsar el mercado de bienes raíces y la revitalización de las principales ciudades, donde se están viendo cada vez más viviendas turísticas de alquiler a corto plazo debido al aumento de turistas.
Un informe de la fundación portuguesa Francisco Manuel dos Santos revela que entre 2012 y 2021, el precio de la vivienda en Portugal aumentó un 78%, mientras que en el conjunto de la Unión Europea solo aumentó un 35%. Además, en el segundo trimestre de 2023, la renta media volvió a aumentar un 11% anual, según datos oficiales publicados recientemente.
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Alcina Lourenço, una ciudadana de Lisboa afectada por la crisis de vivienda, expresa su preocupación al temer ser desalojada en cualquier momento. A pesar de las medidas anunciadas recientemente, el gobierno portugués no ha logrado superar esta situación.
El sábado, miles de portugueses salieron a las calles de la capital y otras ciudades en apoyo al derecho a la vivienda. Estas manifestaciones fueron convocadas por alrededor de cien asociaciones, quienes consideran que las medidas tomadas por el gobierno socialista son insuficientes.
De repente, Alcina, una mujer de 49 años, se encontró con que el costo de su alquiler se multiplicó por veinte, pasando de 30 a 600 euros (de 32 a 635 dólares / de 550 a 10 mil 130 pesos mexicanos). Esta situación fue imposible de manejar para ella y se le solicitó que abandonara su departamento ubicado en el centro de Lisboa, donde ha vivido desde que tenía seis años.
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Esta mujer, que tiene a su cargo a su padre de 89 años en silla de ruedas y a su esposo de 61 años enfermo de cáncer, se encuentra perdida sin saber a dónde dirigirse.
¿Cómo impactan las inversiones extranjeras en la crisis de vivienda?
La entrada de inversores extranjeros ha generado un desequilibrio en el mercado, ampliando la diferencia entre los salarios y los precios de las viviendas, según Agustín Cocola Gant, investigador del instituto de Geografía y Ordenación del Territorio de la universidad de Lisboa. Destaca que casi una cuarta parte de los activos portugueses vive con un salario mínimo mensual de 886 euros (937 dólares / 16 mil 315 pesos mexicanos).
La decisión del Banco Central Europeo (BCE) de aumentar las tasas de interés, como respuesta a la crisis inflacionaria, empeoró aún más la situación en un país donde el 87% de las personas que tienen préstamos hipotecarios tienen tasas variables.
Claudia Martins, una maestra de 40 años que reside sola en el suburbio norte de la capital, cuenta que su pago mensual aumentó de 400 a 647 euros (423 a 685 dólares / 7 mil 365 a 12 mil 615 pesos mexicanos).
Esta mujer solicitó un préstamo en 2021 para adquirir un apartamento y así disminuir sus gastos de vivienda. Sin embargo, actualmente está logrando sobrevivir gracias a la búsqueda de un segundo empleo.
Con el fin de brindar apoyo a alrededor de un millón de familias, el gobierno tomó la decisión la semana pasada de permitir que los prestatarios se beneficien de una tasa de interés reducida durante un período de dos años.
Esta medida se añade a un conjunto de acciones presentadas en marzo para detener el aumento de los precios. Estas incluyen el fin de los programas de "visados dorados" y la obligación de alquilar departamentos desocupados durante más de dos años en las regiones más densamente pobladas.
Sin embargo, este programa no ha sido aceptado por todos de la misma manera. Después de que el presidente lo vetara en agosto, la mayoría del partido socialista en el Parlamento lo revocó la semana pasada, a pesar de las críticas de la oposición de ambos lados políticos.
Rita Silva, miembro de la asociación Habita, expresó su decepción ante la falta de determinación del gobierno para regular el mercado y su persistencia en implementar medidas ineficaces. Habita fue una de las organizadoras de las protestas del pasado sábado.
