No nos despedimos. Las ultimas horas, de hecho, nos ignoramos.
Dimos por hecho que ambos dormiríamos para despertar, y en su lugar tu te has quedado profundamente dormida.
Si no te conociera diría que ahora, entre sueños, seguramente navegas por los mares mas profundos, pero en realidad es que vuelas sobres las nubes mas altas.
En paz y tranquila fue mi primera impresión, quizá, para aliviar mi inmediato dolor.
Asi que te has ido sin despedir,
ahora me quedo yo aquí,
A Purple, que trajimos para ti, se mantiene aquí,
y muy seguramente, entre su canto,
se pregunte que fue de ti.