Ante el embate de funcionarios de los tres poderes contra las leyes y las instituciones que juraron respetar y que deberían fortalecer y en todo caso mejorar, hay quien cree que todo está permitido, camino a la barbarie. ¿Cómo entender si no la ignominiosa afirmación de que para “los transformadores” el afán de justicia justifica la violación de la ley, así se llame Constitución? ¿O el empeño en…