Es una buena palabra para definir el contenido mediático de las candidaturas, parece que los ladrones de Ali Babá se pelearon y todos acusan a todos justamente de los que han demostrado ser: corruptos, ladrones, mentirosos y sinvergüenzas.

El país no merece semejante agravio, que se esté utilizando el dinero público para contaminar con tan vulgar contenido los espacios mediáticos es, una aberración.

¿No se darán cuenta los politiquillos, manejados por “estrategas del marketing” que cada vez nos tienen más hartos con sus vulgaridades?

¿En cabeza de quien cabe pensar que algo bueno consiguen con las campañas de vergüenza, mentiras, medias verdades y simulación que tan alegremente despliegan impregnadas de pura escoria?

Pobre de México, tan lejos de Dios y tan cerca de sus políticos y sus burocracias.

La Constitución Mexicana es la más reformada en el mundo, 176 reformas diversas desde su promulgación.

56 reformas desde que AMLO está en el poder y por lo que se ve muchas más que faltan.

¿Será en verdad un problema de leyes y reglamentos lo que tiene a México tan desbastado?

Todo parece indicar que no, o no fundamentalmente, más bien padecemos de una clase política y gobernante que ha hecho del cinismo una virtud, de la mentir una bandera que disfrazan discursivamente y de la traición al pueblo la única constante.

Son cómplices porque todos son iguales, no importa el partido en el que militen, ni sus historias de vida, terminan siempre protegiéndose unos a otros porque el que perdona perdonado será.

Canallas!