La esterilización se refiere al proceso quirúrgico en el que se extirpan o remueven los órganos reproductivos de un animal. En el caso de las hembras se trata del útero y los ovarios (también se pueden extirpar las trompas de falopio, si se considera necesario); y los testículos, en el caso de los machos. Está disponible tanto para perros como para gatos, y es totalmente recomendable. A pesar de esto, y de que es una operación completamente segura, existen algunos mitos e información falsa enormemente difundida al respecto.
Si acabas de agregar un nuevo amigo de cuatro patas a tu familia, o piensas hacerlo pronto, recuerda considerar la esterilización como una alternativa de control natal y de salud para tu mascota. Infórmate todo lo que puedas sobre el tema. Para hacerlo más sencillo, te compartimos los mitos más comunes sobre la esterilización en mascotas y la verdad detrás de ellos, complementados con información de la Sociedad Americana para la Prevención de la Crueldad hacia los Animales.
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Mito: es un proceso caro
El costo de una operación para esterilizar a una hembra o castrar a un macho es menor a al costo que tendría cuidar de una camada de cachorros. Además, es algo que solo se tiene que realizar una vez en la vida de una mascota, y es un servicio disponible en la mayoría de las clínicas veterinarias, por lo que puedes buscar en tu área y encontrar una que se adapte a tu presupuesto. Y si vives en México, también puedes recurrir a las campañas gubernamentales de esterilización gratuita.
Verdad: La esterilización salva vidas
Los gatos y perros callejeros son una problemática real, debido a que muchos dueños irresponsables abandonan a sus mascotas o a los bebés que no pueden cuidar. Y al no estar esterilizados, estos bebés crecen y siguen reproduciéndose. Por lo que el número de animales en situación de calle solo puede aumentar.
La mala noticia es que, además de las carencias y peligros que estos perros y gatos sufren en las calles, si logran llegar a un refugio pero no son adoptados oportunamente, corren el riesgo de ser sacrificados. Especialmente en aquellos casos en los que el refugio ya no puede mantener a tantos animales. Por eso, cuando adoptas y esterilizas a tu mascota, estás salvando más vidas de las que crees.
Mito: la esterilización engorda a una mascota
No existen razones ni investigaciones científicas para creer que la esterilización o castración es una causa directa de que un perro o gato engorde. Es verdad que pueden disminuir los niveles de energía de un animal, pero lo que lo hace aumentar de peso son la falta de ejercicio y una dieta no balanceada.
Verdad: reduce el riesgo de enfermedades
Como en la esterilización y castración se extirpan los órganos reproductivos, se reduce enormemente el riesgo de sufrir enfermedades como cáncer en estos órganos e infecciones relacionadas. Además, se eliminan por completo las complicaciones que puede traer un parto para una hembra.
Mito: es necesario que una hembra tenga una camada antes de ser esterilizada
No es verdad que una perrita o una gatita deben de parir al menos una camada antes de ser esterilizadas. Al contrario, se recomienda someterlas a este proceso a una edad temprana. Los perros, tanto hembras como machos, pueden ser castrados o esterilizados a partir de los seis meses de edad. Mientras que los gatos, también machos y hembras, pueden ser sometidos a la operación desde que tienen ocho semanas de edad.
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Verdad: esterilizar es bueno para la comunidad
Los embarazos no deseados llevan a camadas de cachorros no deseados, y muchas veces abandonados en las calles. Estos animalitos pueden afectar a la vida salvaje o a la fauna de la región, causar accidentes de tráfico, y, si tampoco son esterilizados, se reproducen y el problema solo incrementa. Por eso la esterilización y la castración, como alternativas permanentes, son las mejores estrategias para reducir el número de animales en situación de calle.