Escoges tu piel,
Esa cáscara dulce que mira callada,
Esa piel que se enchina y que
Sucumbe al mínimo acontecer humano,
Y así,
De esa manera,
Vistes al tiempo,
Como una adolescente perdida en su propio
Paris, donde quiere
Bailar, correr, gritar, reír y llorar,
Del brazo de ella misma,
Acompañándose,
Y dándole
A Vivaldi una quinta estación,
Mientras tanto
Su carrera ya es una danza y su taquicardia,
Esa melodía sin dueño
Que la hace parpadear
Sin ninguna edad y con todas las edades
Juntas,
Y mientras tanto yo la contemplo,
Cómo hace su coreografía
Que ahora ha pasado a su voz,
Llena de silencios,
De miradas sacadas de su colección
De todas sus vidas,
Indescifrables como amables
Misteriosas como su sonrisa espacial
Y así es ella
Y la abrazo
Soldándome,
Hasta que la soledad
Se convierta en cualquier cosa,
Menos aquello que llaman soledad
Y que la venden en glamorosos empaques,
Porque ella ha fundado su mundo
Y yo estoy aquí,
Esperando algún café,
Y mirarla, cuando mirar,
Lo es todo.