La Guardia Nacional de Estados Unidos protege el Capitolio, esto luego de los disturbios de la semana pasada, y es que miembros del gobierno estadounidense acordaron reforzar la seguridad de la zona. Para ello, desplegaron a miembros de ese cuerpo de seguridad. Esto causó que por primera vez en casi 250 años, varios centenares de soldados fueron acuartelados en el interior del edificio. Esto no ocurría desde la Guerra Civil estadounidense, acontecida entre 1861 y 1865.
Robert Contee, jefe de la Policía de Washington D. C., anunció que se desplegaron 20 mil miembros de la Guardia Nacional desde la semana pasada. Ellos tienen la labor de mantener el orden los días previos a la ceremonia de investidura del presidente electo, Joe Biden, programada para el próximo 20 de enero. Si no resultara suficiente, planean adicionar otros 10 mil a 15 mil elementos en los próximos días.
El Pentágono calcula que el número de efectivos de la Guardia Nacional destinados a reforzar la seguridad en la capital se acerca a los 30 mil. A ellos se sumarán los cuerpos de la policía del Capitolio, la Policía de Parques Nacionales, la policía de Washington D. C. y el Servicio Secreto. Asimismo, según fuentes del Departamento de Defensa, la determinación final sobre las fuerzas que serán necesarias en la capital durante la investidura dependerá de los requerimientos del Servicio Secreto, encargado de la seguridad presidencial.
El fin de semana habrá diez mil soldados desplegados en Washington D. C., el doble de toda la presencia militar actual de Estados Unidos en Afganistán. Por lo tanto, las autoridades se han visto obligadas a trasladar unidades de la Guardia Nacional de los estados vecinos Maryland y Virginia. Sin embargo, Ryan McCarthy, secretario del Ejército, aseguró que deben ser cuidadosos con esta clase de movimientos, ya que hay amenazas de disturbios en las sedes de gobierno de todos los estados.
Como se recordará fue el pasado 6 de enero cuando una multitud violenta irrumpió en el Capitolio de los Estados Unidos tras un sitio que se extendió varias horas lograron desalojar a los perpetradores. El enfrentamiento resultó en cuatro civiles muertos (entre ellos una mujer) y un policía. La insurrección ocurrió durante una reunión del Congreso en la que se certificaría la victoria electoral de Biden. Al parecer, el actual presidente, Donald Trump, instigó a una multitud de sus seguidores durante un discurso que ofreció frente a la Casa Blanca; aunque hay evidencia de que, en algunos casos, los participantes ya habían comunicado sus intenciones en internet.
QS.
