Osvaldo Müller – enero 08, 2021
Desde hace 20 días el señor Marco Antonio Cortés acude hasta cinco veces al día a rellenar tanques de oxígeno que por prescripción médica su hermano requiere para su recuperación en casa luego de contagiarse de Covid-19.
El cansancio físico ha comenzado a notarse en el hombre, quien presenta el rostro demacrado y luce con ojeras, pero esto no ha sido impedimento para que espere desde tres a seis horas en cada recarga de oxígeno al exterior de un local ubicado sobre el bulevar Coacalco, en el municipio de Coacalco.
“Aquí tengo que venir y esperarme para que me rellenen el tanque, si bien me va me tardo tres horas y de ahí en adelante”, aseguró Don Marco.
Su hermano se contagió del virus y el médico de cabecera le recetó medicamentos para combatir el virus; sin embargo, con el paso de los días la oxigenación comenzó a disminuir.
“Nos dijeron que mi familiar tenían que utilizar oxígeno, como pudimos compramos tres tanques y ahora tenemos que estar acudiendo a este lugar a cada rato”, mencionó el masculino.
Una vez que ha obtenido el oxígeno, el señor Marco Antonio regresa a casa y cambia el tanque y posteriormente regresa a realizar la misma operación.
En el tiempo que el paciente se ha mantenido en confinamiento domiciliario los familiares han gastado más de 20 mil pesos solo en las recargas.
“El dinero ya se está acabado y no la vemos llegar pero tenemos que resistir para ver a mi hermano de pie y sano”, finalizó Marco Antonio.
Conforme avanza el día las filas para la obtención del gas no cesan y estas cada vez son más largas.