Isaac Ramírez – enero 08, 2020
A unas horas de que el Instituto de Salud del Estado de México (ISEM) justificara que la prueba de PCR que se le aplicó a Jorge Alejandro López Rivas, médico interno de pregrado del Hospital General de Ecatepec «Dr. José María Rodríguez» había salido negativa, por lo que no había indicios de negligencia médica en el nosocomio, la Secretaría de Salud mexiquense reculó e informó que dicha prueba de laboratorio sí dio positivo al SARS-Cov2, misma que quedo registrada en la plataforma correspondiente.
A través de una tarjeta informativa, la Secretaría de Salud indicó que, tras estudiarse el caso y detectar irregularidades, se emitió un extrañamiento tanto a Héctor Flores Mercado, quien es director de dicho nosocomio, así como a María del Carmen Ramírez Buendía, jefa de la División de Enseñanza e Investigación, debido a que vulneraron los derechos de los internos, al no dar atención y transgredir las instrucciones giradas por la autoridad competente, en materia de Médicos Internos de Pregrado durante la contingencia por SARS-CoV-2.
«El día 15 de diciembre se le realizó al médico interno de pregrado una exploración física que incluyó placa de tórax y saturación por pulsioximetría que arrojaron un diagnóstico de posible infección en vías respiratorias sin datos de alarma para complicación por SARS-CoV-2», agregó la dependencia.
Por la mañana, el Instituto de Salud del Estado de México había dado a conocer que a Jorge Alejandro se le aplicó el pasado 15 de diciembre la prueba de PCR; no obstante, dio negativo en ésta, pero confirmó que el 04 de enero arribó a este nosocomio bajo condiciones de deterioro avanzado y saturando al 60 por ciento, por lo que entró en choque que requirieron maniobras de reanimación, la cual se logró, pero, a las 17:40 horas, se decretó su muerte.
Detalló que el médico interno de pregrado, adscrito a la Facultad de Estudios Superiores (FES) Iztacala de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), no laboraba en el Área COVID de dicho hospital y sus funciones no estaban dentro de los protocolos a pacientes infectados por este virus, e incluso, agregó que los alumnos tienen restricción en las maniobras de reanimación cardiopulmonar, por lo que no están expuestos a los aerosoles de los pacientes con el SARS-Cov2.
Por este hecho, la Facultad de Estudios Superiores (FES) Iztacala de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) decidió ayer retirar a todos sus alumnos y médicos internos de ese nosocomio del Instituto de Salud del Estado de México (ISEM) hasta que se mejoren las condiciones para que realicen su actividad con seguridad, ante el riesgo que prevalece por el contagio de COVID-19.
La directora de la FES Iztacala, María del Coro Arizmendi Arriaga, informó que la decisión se tomó, luego de realizar una revisión minuciosa de las condiciones en que se encontraban los médicos internos de pregado en dicho nosocomio y luego de sostener tres reuniones con autoridades de la Secretaría de Salud mexiquense, del Hospital General de Ecatepec y con los estudiantes.
Indicó que, a partir de ello, se ordenó también que se lleven a cabo nuevamente revisiones específicas en donde los estudiantes de esta facultad estén prestando sus servicios, para constatar que cuenten con las condiciones sanitarias necesarias y puedan brindar sus servicios de manera segura o, de lo contrario, que sean retirados de inmediato.
De acuerdo con los compañeros, Alejandro López, habría atendido y brindado reanimación a pacientes graves de este virus en la Sala de Urgencias de este nosocomio, sin contar con el equipo médico indispensable y por instrucciones de sus superiores, lo que ocasionó que el pasado 12 de diciembre presentara síntomas como diarrea, cefálea y mialgías, entre otros, y pese a ello, fue obligado a laborar hasta el 15 de ese mes, cuando tuvo que acudir a un servicio privado para ser atendido.