Humana, demasiado humana,
Como lo dijo aquel alemán,
Mi rumana risomática
Me habla al oído con sus muchas lenguas
Como si hablara en la Torre de Babel,
Y es que esta insigne mujer
Que gracias a la magia andina lleva todas las edades
y las sangres en su cuerpo transparente
que vuela, nada y camina
con la cadencia que le da su arte
de esa sincronía que todavía no encuentra
su danza
para poder gobernar el sur y el norte
de su mejor compás
ella hace de cada segundo un romance
con ese pensamiento de 7 mares
sin Simbad el Marino
porque ella habla
de especular sobre el amor compartido
para tenerlo
anclado
sin capitular
con guillotinas de caramelo
con el perdón para los justos
que dieron el sí
para las causas históricas
desde lavar bien una sartén
hasta luchar por un jornal que no explote
como la dinamita con ganas
y sed de pulverizarlo todo
hasta tu voz
por esos Dioses inventados
en una pizarra donde
se hacen mal las ecuaciones,
y así,
esperando no sé qué
pero esperando,
esperando,
haciendo todo lo posible.