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martes, septiembre 24, 2024

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Estas son las razones por las que los padres están más cansados de lo que tú crees que están

Criar un niño no es solo darle comida y vestirlo. Al menos la mayoría de los padres se esfuerza día a día para que su retoño sea feliz y, a la vez, una persona responsable y completa cuando llegue a la edad adulta. Sin embargo, esa tarea es ardua y está llena de dificultades, como descansar. 

A través de un artículo, publicado en el Huffington Post, la columnista Christine Skoutelas detalla ocho razones por las que los padres siempre están más exhaustos de lo que los demás creen que deberían estar.

Christine hace énfasis en que no solo los padres de los recién nacidos están exhaustos, sino que es el estado natural de cualquiera que haya tenido hijos en las últimas dos décadas. 

1. Los padres no duermen de noche. Nunca. 

“Al principio, los padres sienten pánico cuando sus hijos no los han despertado, y los chequean -llenos de adrenalina- pensando que van a encontrar algo muy muy mal. Empujan al bebé. Empujan. Empujan, hasta que sienten algo audible”, relata Christine.

Luego no pueden volver a dormir por la adrenalina o porque -lo lograron- despertaron al bebé.

“Cuando aceptan que su niño puede dormir durante toda la noche, el pequeño comienza a despertarse en mitad de la noche e ir a su cuarto, despertándolos y mojando la cama”.

Y Christine está segura de que las preocupaciones serán lo que no la dejará dormir cuando sus hijos sean mayores:

“Ya temo cuando me despierte en pánico pensando en mis adolescentes, preguntándome si se han escapado de la casa, o cuando estén en la universidad: preguntándome si están bien o si los han drogado y están tirados en alguna zanja”.

2. No hay tiempo libre. 

“El otro día traté de ingresar el número de mi prima en mi teléfono. Me escribió y quería agregar su nombre a mi lista de contactos. Traté cerca de ocho veces antes de rendirme porque mis hijos estaban en mi espacio golpeando mis brazos y tocando la pantalla”, cuenta Christine.

Christine dice que el único momento libre de los padres es cuando van al baño y que algunos padres van al baño con sus hijos, así que realmente no tienen tiempo libre.

3. No hay días libres. 

Comparando el ser padre con tener un empleo, Christine enfatiza que no hay feriados ni fines de semana.

“Y estar enfermo es lo peor, porque no puedes estar enfermo. Al menos, no puedes actuar como enfermo: la comida debe estar servida, aún debes lavar la ropa, los niños necesitan ser amados”, narra.

“La realidad es que somos sacos apestosos de carne patogénica”.

4. Los cerebros de los padres están sobrecargados. 

Nunca hay una pausa en los estímulos.

“No es que cada pregunta o oración sea mala, es el hecho de que segundo está lleno de asaltos auditivos que requieren una respuesta. A medida que los niños crecen, puede que emitan menos palabras, pero las que sí dicen no son tan tiernas y los asuntos que ponen sobre la mesa son más difíciles de tocar”, escribe Christine.

5. A veces HAY que trasnochar viendo Netflix con tu pareja. 

Sentarse como un oso perezoso en un sofá lleno de restos de galletas mientras bebes vino barato junto a la persona que amas, sin tener que hacer conversación, puede ser casi tan bello como ver el atardecer en una playa de México con un margarita en la mano. Casi”, relata Christine.

6. El cansancio también es físico.

Ser padre es como una rutina dura de gimnasio hora tras hora. Los niños no solo están llenos de energía, sino que exigen a sus padres lo mismo.

“Los primeros años los padres están llevando sus hijos encima constantemente, levantando 15 kilos de niño en una cadera y 18 kilos en la otra. Y estos no son sacos de harina: se mueve, hablan, golpean”, dice Christine.

7. Limpiar, limpiar y limpiar. 

“El otro día iba tarde a trabajar y cuando fui a tomar al niño de su cuna me di cuenta de que se había vomitado encima en medio de la noche. Su pelo estaba parado hacia arriba y olía horrible. La metí en la tina y le di un baño rápido, antes de ponerle ropa encima y ponerla en mi auto”.

La columnista detalla que el agacharse, ordenar, apretar, vestir, lavar, limpiar y recoger no es algo que se vaya con los años.

“Los adolescentes tiene más superficie que los niños, lo que significa que acumulan más polvo, y huelen más. Y definitivamente dejan más ropa en el suelo”, reflexiona.

8. Las preocupaciones también cansan. 

Bienvenidas (e inevitables) sean las arrugas y las canas. Tener un hijo es preocuparse de él, y eso los padres lo tienen claro.

“Síndrome de la muerte súbita. Caerse por las escaleras. Comer productos de limpieza. Golpear con su cabeza en las mesas de té. Los pensamientos de los niños siendo atacados, quedándose hasta tarde con la compañía indebida, casándose con la persona incorrecta… nuestras pobres células explotan por todo el estrés”, relata Christine.


Christine explica que muchas veces los padres están tan cansados que se tiran al suelo, esperando descansar un poco allí. Pero finaliza con un alcance:

“Incluso cuando están en el suelo, son felices. Solo están demasiado cansados para sonreír”.

 

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Post y Contenido Original de : UPSOCL
Estas son las razones por las que los padres están más cansados de lo que tú crees que están
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