(NOTICIAS YA).- El 2020 fue un año de cambios para muchas personas alrededor del mundo, y la familia real británica no fue la excepción.
El hijo menor del príncipe Carlos y la princesa Diana, el príncipe Harry, abandonó sus obligaciones relacionadas con la realeza este año, junto a su esposa, la estadounidense Meghan Markle.
Markle se desempeñó como actriz en el país antes de contraer matrimonio con Harry, con quien tiene un hijo, Archie Harrison Mountbatten-Windsor. A inicios del 2020, la pareja anunció que daría “un paso atrás” en su rol oficial dentro de la familia real británica.
Ambos renunciaron formalmente el 1 de abril, día que también dejaron de utilizar su título nobiliario.
Sin embargo, destaca Insider, el duque y la duquesa de Sussex ya habían dado indicios de que estaban inconformes con su vida dentro de la realeza, mucho antes del eventual cambio.
La pareja se mostró particularmente honesta en un documental de ITV en el que participaron, en el que Harry reveló que recuerda la muerte de su madre cada vez que ve el flash de una cámara fotográfica.
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Harry y Meghan no solo dejaron la familia real, sino que abandonaron también Gran Bretaña y el continente europeo. Luego de una breve estancia en Canadá, indica Vogue, la pareja se estableció en la acaudalada comunidad californiana de Montecito.
“Ambos fueron atraídos por la pequeña ciudad de Santa Bárbara, donde pueden integrarse a la comunidad al tiempo que conservan algo de distancia y privacidad”, dijo una fuente cercana a Vogue.
Dicho medio también vincula la elección de Montecito con el jugoso contrato que el príncipe y su esposa firmaron con Netflix este año, valuado en 100 millones de dólares, de acuerdo con Elle.
El New York Times explica que la pareja fundó su propia compañía de producción, que se encargará de producir documentales, docuseries, películas, programas de ficción y contenido infantil para la plataforma de streaming.
Ambos podrían aparecer frente a las cámaras en alguno de los proyectos documentales, pero Markle no planea regresar a la actuación, dijo al Times su representante.
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Por otro lado, y de acuerdo con The Mirror, la pareja habría aprovechado su contrato con Netflix para ejercer presión respecto al drama “The Crown”, producido por la plataforma y que cuenta las historias públicas y personales de la familia real británica. Harry y Meghan presuntamente habrían exigido que la serie termine antes de retratarlos a ellos y la controversia que causó su unión.
El príncipe ha sido criticado por aceptar un contrato con la compañía que produce un programa que critica a su familia, mientras que la nueva cercanía permitirá a Netflix obtener más información de la familia real, prevén.
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En noviembre, la duquesa de Sussex reveló que estaba embarazada de su segundo hijo, pero que sufrió un aborto espontáneo en julio.
En un artículo de opinión para The New York Times, Markle escribió que “sintió un calambre agudo” mientras le cambiaba el pañal a su hijo Archie.
“Me dejé caer al suelo con él en mis brazos, tarareando una canción de cuna para mantenernos a los dos tranquilos, la alegre melodía contrastaba con mi sensación de que algo no estaba bien”, escribió Meghan. “Sabía, mientras abrazaba a mi primer hijo, que estaba perdiendo al segundo”.
También en 2020, Meghan Markle hizo historia al votar en Estados Unidos. De acuerdo con una fuente cercana a la exactriz, ella participó en las elecciones de 2020, aunque protegió su privacidad al no revelar dónde lo hizo o por quién.
De esta forma, se convirtió en el primer miembro de la realeza británica moderna elegible para votar en una elección presidencial de Estados Unidos. La duquesa se refirió a la votación de este 3 de noviembre como “la elección más importante de nuestras vidas”.