Un profesor de Perú, que aparentemente da cátedra de Derecho y Ciencia Política en una universidad, decidió anunciar en plena clase virtual que se retiraría de la facultad debido al bajo compromiso de sus estudiantes.
“Desaliento, en verdad, ni ganas de enseñar, y en este momento que ya no tengo ganas de enseñarles, ya me harté. Ya me harté, de veras. Y este sistema está para avanzar el próximo año y no quiero sentirme mal porque mañana o más tarde van a decir este profesor no me enseñó nada. No es que no te enseñé nada, es que tú no leíste. Así que, alumnos, voy a evaluar, para la próxima semana, presentar mi renuncia a la cátedra y estoy harto de todo esto”, dice el docente notablemente frustrado.
Y agrega: “Nadie de ustedes estudia, estoy harto. El problema es de ustedes; pobre país, va a confiar la gente en ustedes sus problemas. Si no estudian, es problema de ustedes, no es del docente.
Estoy viendo la próxima semana para renunciar y me largo con mi conciencia tranquila. Gracias, alumnos, hasta nunca”.
Todo el mensaje del profesor y la polémica que generó alrededor del estudio virtual, una vez más se abrió el debate entorno a la crisis que viven las universidades con las clases virtuales.
Uno de los puntos que se le critican a los docentes es justamente que todo lo quieran resolver con material de lecturas, como lo plantea este profesor.
En contraposición, algunos profesores salieron a defender a este maestro y señalaron la falta de interés de los estudiantes universitarios, que en muchas ocasiones demuestran que prefieren obtener el cartón que adquirir realmente nuevas habilidades o conocimientos.