El jueves se registró un deslizamiento de tierra en una mina de jade en Myanmar, en la región de Hpakant, que ha dejado hasta el momento un saldo de al menos 166 personas, de acuerdo al último reporte de los bomberos y es que cientos de mineros estaban buscando piedras de jade cuando una parte de la colina en la que está la mina se desmoronó debido a las intensas lluvias que azotan en la región.
Los desplazamientos de tierra son un fenómeno muy común en Hpakant. En 2015 un deslave cobró las vidas de 115 personas y ahora este accidente sería el siniestro más grande registrado en los últimos años en una mina de esa región de Myanmar.
Este derrumbe generó una gran cantidad de lodo que convirtió el valle en un lago.
Los equipos de rescate han tenido que trabajar a pesar de la intensa lluvia para sacar los cadáveres del lodo en las proximidades de la localidad de Wai Khar.
De acuerdo con lo que el parlamentario Khin Maung Myint declaró para DPA había cadáveres flotando en el lago, además de que informó que los equipos de rescate han estado trabajando todavía el viernes por la tarde, aunque añadió: “no creo que quede nadie vivo”, y de hecho las autoridades consideran que el balance aumentará en las próximas horas, esto debido a que se desconoce el número de personas que se encontraban en la mina al momento del deslave.
En otra de sus declaraciones el parlamentario birmano afirmó que el alto mando del ejército, Tayza Kyaw, durante el viernes por la mañana estuvo en la zona entregando dinero y arroz a las familias de las victimas.
En la región de Hpakant trabajadores migrantes ganan dinero recogiendo las grandes rocas descartadas por los mineros en un intento de encontrar en ellas piedras de jade.
