El mundo esta cambiando. No solo las personas, porque, de hecho, es su inactividad la que ha transformado de a poco el mundo estos últimos meses.

Ver las restricciones y el confinamiento en la mayor parte de las naciones del planeta es algo increíble de observar. La pandemia demuestra que unos estamos mas privilegiados para resguardarnos en casa, mientras otros, menos favorecidos, tienen que salir a trabajar forzosamente.

Y están, por supuesto, quienes son los héroes y heroínas todo el tiempo, todos los días, en todo momento, los esenciales. 

Debe ser duro para los que nos creemos importantes que nosotros podamos guardarnos en casa mientras el personal de limpieza de un hospital, o el basurero´ que pasa por nuestra casa tenga una actividad mas esencial que la propia nuestra.

Es una cuestión de salud por supuesto. Antes de salir a casa a la escuela o a trabajar hay que bañarse -(otro sector privilegiado)- porque, obvio, es una cuestión de higiene. 

Así con el basurero, si la basura deja de pasar esta se acumula y eso deriva en un conjunto de infecciones que no es necesario mencionar.

A sabiendas de eso, el sector que debería respetar las reglas de confinamiento es un sector privilegiado que, mayormente ignorante, sale a las calles, hace fiestas, y va a los centros comerciales viviendo con presunta normalidad, lo que significa que estamos lejos de aprender algo de lo que parece una nueva y prolongada anormalidad. 

Erre&ErreRedaccion