Según un informe publicado el día de hoy por por el Programa Mundial de Alimentos de las Naciones Unidas, en el cual participan la FAO, Unicef y otras organizaciones internacionales, 135 millones de personas experimentaron inseguridad alimentaria extrema en 55 países en el 2019, aunque esta cifra podría llegar hasta los 265 millones de personas debido a la contingencia sanitaria provocada por el SARS-CoV-2.
El hambre aguda tiene sus fases, a partir de la tercera fase de cinco se considera como una situación grave; se considera que alguien se encuentra en esta situación desde cuando no tiene acceso a alimentos, sufre desnutrición y tiene que deshacerse de sus medios de vida para comer hasta cuando se registra un deceso por inanición.
Según el PMA se espera que 130 millones de personas se unan a las 135 millones que ya se encuentran en esta situación debido a la caída en los ingresos en el turismo, el envío de remesas y otros obstáculos vinculados a la contingencia sanitaria.
A este respecto Arif Husain, economista principal y director de investigación del Programa declaró “debemos aunar esfuerzos para lidiar con esto, si no, el precio será demasiado alto: muchas vidas y muchos más medios de vida perdidos”, quien además refirió que aunque en la mayoría de los casos no hay una sola razón para que las personas se encuentren en esta situación generalmente es una combinación de varios elementos.
Aunque los conflictos son uno de los principales problemas que ponen a las personas en una condición en la que es difícil conseguir alimentos, ya que en 22 países 77 millones de personas padecen hambre debido a esta situación, mientras que 34 millones la padecen por motivos del cambio climático y 24 millones por crisis económicas.
Son Yemen, República Democrática del Congo y Afganistán los países donde más se necesita de las ayudas para sobrevivir, en estas tres naciones habitan el 32 por ciento de los hambrientos agudos. Aunque por regiones es África ya que de los 135 millones de personas en esta situación 73 millones habitan en este continente.
Por otro lado sobre el asunto del coronavirus, Francisco Rey, codirector del Instituto de Estudios sobre Conflictos y Acción Humanitaria afirmó: “La situación se agravará con el impacto del coronavirus porque afecta a la disponibilidad de alimentos, por ejemplo, si los campesinos tienen que estar confinados”.
Y es que aunque no esté en el informe del Programa Mundial de Alimentos, según estimaciones de la institución 265 millones de personas podrían padecer la inseguridad alimentaria extrema, por lo que necesitan de ayuda durante este año, por eso según Arif Husain es fundamental trabajar para que no empeore la situación para quienes ya se encuentran en una situación vulnerable.