La venta del avión presidencial mexicano ha fracasado. Los excesos de los gobiernos del PAN y del PRI terminaron en la compra de un avión de primer mundo que no era para las necesidades de un mandatario mexicano.
El presidente López Obrador, incluso antes de llegar a la presidencia, prometio que no lo usaría. Y así ha sido.
Desde que asumió la presidencia del país el avión se puso a la venta para cualquier multimillonario que quiera y pueda pagarlo.
El problema es que cualquier persona que pueda comprar un avión de lujo con capacidades para viajar de un continente a otro sin necesidad de hacer escalas va a elegir uno nuevo a uno usado. Al final es un avión.
Los millonarios no compran cosas de segunda mano y a las empresas no les sirve porque fue hecho a gusto del ex-presidente Peña Nieto, quien fue el único que lo utilizo.
La 4T, aunque lo ha intentado, no ha podido ni rematarlo.