Sao Paulo, la mayor ciudad brasileña, oscureció este lunes a las tres de la tarde, un horario inusual para el anochecer, incluso en los días de fuerte invierno, y el misterioso fenómeno divide a especialistas que señalan a la fuerte nebulosidad y a los incendios a miles de kilómetros como los responsables.
El fenómeno acaparó inmediatamente las discusiones en las redes sociales, en las que fotos y videos comenzaron a circular con el tema de “el día se volvió noche” y a comparar a Sao Paulo con la ficticia Ciudad Gótica del mundo de Batman, una situación en la que los meteorólogos brasileños todavía no se pusieron de acuerdo.
El estatal Instituto Nacional de Meteorología apuntó que “la ciudad está dentro de una nube”, cuya formación está siendo evaluada.
Mientras que el Centro de Gerencia de Emergencias Climáticas atribuyó como causante al tiempo húmedo y a la entrada de aire de origen polar, conocido como ‘frente frío’.
Francisco Vilela, meteorólogo del Inmet, consideró en declaraciones al portal G1 de la cadena Globo, que “material en partículas, oriundo del humo producido por incendios silvestres” en Bolivia, Paraguay y los estados de Mato Grosso y Mato Grosso do Sul -occidente-, combinado con el ‘frente frío’, causaron la oscuridad.
El instituto privado Climatempo también consideró que el humo proveniente de la Amazonia, con incendios forestales en Acre, estado próximo de la frontera con Bolivia, y el ‘frente frío’ traído por los vientos marítimos, incidieron para el fenómeno.
No obstante, el también estatal Instituto Nacional de Pesquisas Espaciales (INPE) indicó que los satélites monitores del clima en el país no verificaron la influencia de los incendios en el aumento de la nubolosidad que tomó cuenta de Sao Paulo.
La también meteoróloga del Inmet Helena Turón Balbino apuntó que una nube muy baja y profunda, formada por los vientos marítimos del sur y sudeste, se tornó más oscura de lo normal y por eso “envolvió” literalmente a la ciudad, como cuando un avión las atraviesa.
El fenómeno en la gran metrópoli brasileña ocurrió con modestas precipitaciones, sin que se presentasen fuertes lluvias.