Mientras el Gobierno Federal se pone a disposición de los Estados Unidos, mas migrantes son detenidos, pero algunos tienen otro destino. Como este, donde un padre y su hija murieron ahogados tratando de cruzar.
México tampoco es un lugar seguro gracias a la sumisión del presidente AMLO para detener una ola de aranceles venida desde los EEUU, y los tiempos electorales de su homologo, Donald Trump, no ayudan a ningún país, sino a el mismo.
Así mismo, para poder atender las causas de fondo, como lo señala el mismo presidente López Obrador, es importante mejorar la calidad de vida de las personas en sus países de origen.
Mientras tanto, en Estados Unidos, el presidente Donald Trump presume los resultados de una costosa operación económica y social al gobierno de México.
La Defensa Nacional de este país se ha convertido en una extensión de la Border Patrol, o patrulla fronteriza, de los EEUU.
LA TRAGEDIA
Óscar Alberto Martínez, de 25 años, y su hija Valeria, de un año 11 meses, fueron encontrados abrazados.
La menor podía verse dentro de la camiseta en color negro de su padre, quien al parecer intentó de esta forma ponerla a salvo, sin conseguirlo.
El grito de Tania de 21 años, esposa y madre de los fallecidos, estremeció a rescatistas y elementos, quienes recuperaron los cuerpos.
Tania informó que la tarde-noche del domingo intentaban cruzar el río Bravo para llegar a territorio estadounidense, luego de estar unos dos meses en Matamoros, esperando a que les otorgaran asilo humanitario. Su esposo decidió cruzar con su hija mientras Tania los seguía de cerca y cuando apenas llevaban unos metros, él comenzó a ahogarse sin que ella pudiera ayudarlo.
UNA MUJER Y TRES NIÑOS DEL OTRO LADO
Del otro lado de la frontera, cerca del río Bravo y los Matorrales de Anzalduas en Mission, Texas, fueron hallados los cuerpos de una mujer de 20 años, dos bebés y un niño pequeño, todos guatemaltecos, quienes al parecer murieron por el calor y la deshidratación, según informó Cancillería guatemalteca.
Al parecer, los cuatro llevaban días muertos, reportaron agencias de noticias internacionales.
Mientras tanto, el gobierno de Estados Unidos mantiene su mano dura con los migrantes, y en redadas del Servicio de Inmigración y Aduanas (ICE) fueron detenidos 52 indocumentados en Texas, de los cuales la mayoría (47) son mexicanos, de acuerdo con la información de agencias internacionales.
El ICE argumentó que casi 70% de los arrestados tienen antecedentes penales.
De igual forma, Estados Unidos sacó a la mayoría de los niños de un centro de detención de la Patrulla Fronteriza en Texas ante reportes de que más de 300 menores allí carecían de suficientes alimentos, agua y condiciones higiénicas.