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domingo, septiembre 22, 2024

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Un mesero la grabó clandestinamente en el baño de un bar. Los clientes están de acuerdo

Beatriz* estaba arreglándose el cabello con una flor roja y poniéndose maquillaje para volver a la barra del bar “Típicamente”, al sur de la ciudad carioca de Río de Janeiro. Se ponía pintalabios y hacía los últimos toques a su peinado cuando miró reflejada en el espejo una mano con un celular que la señalaba directamente a ella a través de una ranura en la parte superior de la puerta del baño.

Su primera reacción, instintiva y nerviosa, fue tomar el celular que la estaba grabando. Lo sujetó con fuerza hasta que consiguió tenerlo entre sus manos. En ese momento se llenó de pavor con la idea de saber que al otro lado de la puerta estaba el dueño del móvil y no sabía como iba a reaccionar. Unos minutos más tarde, alcanzó abrir la puerta y se encontró cara a cara con un mesero del bar.

Acoso 1
tintadedos

Beatriz, de 35 años, corrió a la barra donde dos amigas la esperaban y les contó lo sucedido. El mesero fue detrás de ella y, en primer lugar trató de arrebatarle el teléfono, pero antes de eso tenía que enfrentarse al enojo de las tres mujeres, a quienes les pidió que no dieran aviso a la policía justificándose con que tenía una esposa e hijos que mantener.

“Se trata de una violación de la cosa más básica, que es ir en el baño de un bar y me encuentro completamente invadida”.

-Beatriz al diario El País-

Con todo el coraje aún en las venas, las chicas llamaron a la policía al tiempo que le exigían la contraseña del celular para verificar qué era lo que había grabado. El mesero, de 36 años y con una fotografía de él mismo en el fondo de pantalla, se rindió ante tanta insistencia, pero no pudieron encontrar ningún archivo de video guardado en el celular. Mientras que las tres amigas tenían una mezcla de nervios en torno a lo ocurrido, los clientes del bar comenzaron a manifestarse.

Acoso 2
elplin

Había un hombre sentado con otras cuatro mujeres y le pidieron a la afectada que se pensara mejor si denunciar o no el caso porque lo que provocarían iba a ser la destrucción de la vida de un hombre de familia. El gerente también se apareció y le preguntó cuántas personas había en el baño, a lo que una de sus amigas salió en su defensa argumentando que eso no era algo que importara. Por último, una mujer con un tono condescendiente exigió que dijera la verdad y les dijo: “Dime , ¿Acaso te estabas tocando la vagina?”, usando un término coloquial de Brasil para referirse a la masturbación femenina.

Una a una, las personas fueron descalificando la situación y reprobando la intención de reportar el hecho. Beatriz cree que si en ese momento se hubiera encontrado sola, se hubiera quedado quieta y no habría denunciado, ya que la vergüenza o el temor a represalias siempre son mayores y más poderosas que las acciones.

Nadie las ayudó y estaban siendo culpadas y criticadas por los demás clientes del bar

Pero luego, la suerte se puso de su lado y aparecieron los archivos de video en la pantalla del celular, con el trasero de Beatriz al descubierto, por supuesto. Cuando la policía llegó, un grupo de jóvenes les aconsejó mantener la calma y no dejarse llevar por la emoción para no “Perder la cabeza”, y todos se fueron a denunciar.

En el lugar las recibieron bien, pero rogaban porque las atendiera una mujer, ya que sus partes íntimas estaban exhibidas en el video. Todos eran hombres. Un sábado por la noche en la comisaría de una concurrida zona del sur, y no había ninguna oficial mujer. El voyeurismo que el mesero demostró está tipificado en el artículo 61 de la Ley de Delitos Menores, como modestia o acoso ofensivo y el castigo se corresponde con una multa,  porque se considera como un delito menor y no como un crimen. El gerente del bar dijo a los periódicos de Río de Janeiro que el mesero no forma parte del personal del establecimiento, y sólo fue llamado para ese fin de semana.

Acoso 3

yodisparo

Es posible que en otro momento Beatriz no hubiera reunido la valentía y fortaleza para afrontar al a su acosador, de invertir 4 horas en la comisaría y responder las decenas de preguntas que los periodistas tenían para ella, pero considera que es una manera de manifestarse y levantar la mano a favor de la lucha de la mujer contra el sexismo. 

*El nombre de la víctima fue cambiado

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Post y Contenido Original de : UPSOCL
Un mesero la grabó clandestinamente en el baño de un bar. Los clientes están de acuerdo
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