Los gatos son los animales más porfiados que he conocido. Mientras más les niegas algo, más se esfuerzan por conseguirlo y sacarte de quicio. Y encima miran con una cara desafiante cuando te enrostran que no sienten ni un poco de respeto por ti.
Pero aún así nos aman y extrañan… solo que siempre quieren salir ganando.
Bien lo sabe esta familia, que se ha hecho cargo de su gatito Fluffy durante años, sin embargo el felino hace y deshace con ellos, pues tal como todos los gatos, es demasiado llevado a sus ideas y no acepta un no como respuesta.
Ni siquiera cuando le prohiben salir por las bajas temperaturas que hay en Kalispell, Montana, donde vive, obedece… y en cambio se las ingenia para salir. Aunque después de la última vez que lo hizo, probablemente no se atreverá a repetirlo.
El jueves pasado, cuando hacían entre -1 y -8 grados, Fluffy escapó de casa cuando afuera comenzaba a nevar. Al darse cuenta de que había salido, su familia comenzó a buscarlo pero no lograban dar con él. Sin embargo, tras algunas horas de búsqueda lo hallaron bajo una montaña de nieve, apunto de morir congelado.
Casi no respiraba ni respondía a sus dueños, quienes lo abrigaron enseguida y lo trasladaron al veterinario para que intentaran estabilizarlo.
Con mantas y baños tibios los especialistas lograron hacer que el hielo poco a poco se derritiera, pero recién tras 2 horas de calor, el travieso felino comenzó a mostrar los primeros signos de recuperación.
El Dr. Jevon Clark, que trabaja en la Clínica de Animales de Kalispell donde fue atendido, recordó que la primera vez que llevaron a Fluffy su temperatura era tan baja que no se registró en el termómetro.
Afortunadamente pudieron entregarle todos los cuidados que necesitaba y ahora está totalmente recuperada, en casa y con sus dueños, quienes se asegurarán de mantener a Fluffy cautiva por lo menos por todo lo que dure el invierno.
Source: UPSOCL