En muchos países hay personas a las que no les alcanza el dinero para poder mantener un hogar y la única opción que les queda es vivir en la calle, alimentándose de restos o de lo que otras personas les den.
Y aunque a algunos les parezca una escena normal, a otros los conmueve profundamente.
Arnold Harvey es uno de ellos. Trabaja como conductor de camiones de basura a tiempo completo, y en sus rutas diarias ha visto un montón de tristes situaciones que le rompen el corazón.
Sin embargo, una de ellas lo hizo actuar y buscar una solución.
Resulta que en uno de sus viajes, Arnold movió uno de los cubos de basura, y detrás vio a toda una familia escondida. Eran 4 personas y habían hecho de ese lugar sucio su refugio y hogar.
Claramente no pudo sacar esa imagen de su cabeza y al llegar a casa le contó la situación a su esposa, quien se ofreció a ayudarlo para cambiar la vida de estas personas y de muchas otras.
Así que juntos recolectaron un montón de alimentos que metieron en bolsas junto con artículos de primera necesidad, y así Arnold en sus paseos diarios podía repartirle a las personas que no tenían nada.
Pensó que era lo menos que podía hacer para facilitarles un poco las cosas, pero cuando se dio cuenta de que su plan era todo un éxito y que podía hacer cosas más grandes aún, decidió arriesgarse.
Actualmente abrió un lugar especial para personas sin hogar, de bajos ingresos o que estén pasando por momento difíciles, y solo por medio de donaciones, él y su esposa ayudan a unas 5 mil personas al mes regalándoles comida, ropa y artículos de necesidad básica.
¡Es un ejemplo!
Source: UPSOCL