Ante la casi desaparición del PRD, el Movimiento Ciudadano busca acabar de desangrar lo que queda de ese partido, a fin de convertirse en la nueva opción social-demócrata rumbo a las elecciones federales de 2024.
Las señales de que los naranjas piensan erigirse como la nueva oposición de izquierda del gobierno federal son muy claras, pues están abriendo las puertas a líderes perredistas que no se fueron a Morena y que no quieren estar más en el PRD.
Desde hace algunas semanas, Alejandra Barrales comenzó a enviar a su avanzada al Movimiento Ciudadano, aunque en un principio rechazó que pudiera cambiar de aires ahora que el sol azteca anda de capa caída.
Lo mismo pasó con el senador Juan Zepeda, otro de los que andan muy activos en el lado naranja, y que ha criticado abiertamente el camino que empezó a tomar el PRD rumbo a lo que han dado a llamar como su refundación.
El proyecto del MC es muy claro; se deshicieron del veterano Dante Delgado, fundador del partido, para darle paso al liderazgo formal del gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro, quien desde antes de rendir protesta enfrentó a
Andrés Manuel López Obrador.
El jalisciense cuenta –hasta ahora– con un liderazgo regional en el occidente del país, pero es indudable que busca jalar los reflectores nacionales hacia Jalisco, como estado opositor al régimen federal para que su figura crezca a nivel nacional.
Quiere aprovechar que la Ciudad de México, tradicionalmente contrapeso de la Presidencia de la República, dejó desierto ese espacio con Claudia Sheinbaum, que es del mismo partido que López Obrador, a quien no se le opondrá.
Para posesionarse, los naranjas necesitaban, primero, jubilar a Dante –cosa que ya hicieron–, y comenzar a armar cuadros en las entidades más importantes; Zepeda y Barrales se empezaron a dejar ver más de cerca con los naranjas.
Otra señal de que Alfaro será quien lidere la oposición fue la ausencia de AMLO durante su toma de posesión como gobernador, pues el tabasqueño estuvo en Veracruz con Cuitláhuac García; en la CDMX con Sheinbaum, y en Chiapas con Rutilio Escandón.
Con el jalisciense envió a Olga Sánchez Cordero, secretaria de Gobernación; el jalisciense será el nuevo polo opositor y su figura crecerá.
La estrategia es muy clara y, aunque Héctor Serrano –por ejemplo– ha dicho que su vida política llegará a su fin en cuanto deje de ser legislador federal, quién sabe si en una de ésas se anime a trabajar por un proyecto alterno con los naranjas.
Durante su presidencia en el PRD, Barrales tuvo oportunidad de estrechar relaciones con Alfaro, al grado de que se habló incluso de que ella iba a ser la nueva dirigente nacional; nombraron a Clemente Castañeda, pero de que está metida en el nuevo tinglado, está.
Otra que recién salió del sol azteca fue Dione Anguiano, que, aunque todavía no define su futuro y está en pausa, tampoco podría descartarse para reaparecer más adelante en este polo político que se está formando para 2024.
Y como esos podrían irse agregando viejos liderazgos como Julio César El Nenuco Moreno y un sinfín de experredistas, y de otros partidos que hoy están en la banca. Algo similar a lo que hizo Morena.
CENTAVITOS… Apenas arrancó su gobierno y ya se vio que Sheinbaum va contra todo lo que huela a Miguel Ángel Mancera, pues sus primeras acciones las ha dedicado a exhibir ineficiencias y miedos del exjefe de Gobierno, como sus oficinas blindadas y sus supuestos negocios inmobiliarios. A ver hasta dónde llega la funcionaria.
Source: Excelsior