Hay veces en que los perros son tan agresivos, que como representan un peligro para la sociedad, la única solución es sacrificarlos. Sin embargo, hay algunos que son tranquilos y cariñosos, pero por algún motivo sus dueños prefieren deshacerse de ellos.
Sherman, un perrito pitbull de 6 años fue uno de ellos.
Resulta que la convivencia con el otro perro de la casa de pronto se volvió difícil. Lo acosaba y lo mordía constantemente y Sherman tenía algunas cicatrices en su rostro por las constantes peleas.
Si bien a su dueña le ofrecieron castrar a ambos perros para tranquilizar su comportamiento y hacer que se llevaran mejor, ella optó por deshacerse de uno de los animales, y fue Sherman a quien prefirió dejar. Así que lo llevó a un refugio en Chicago y lo entregó.
Pero no solo lo abandonó, sino que firmó un formulario autorizando al refugio para que le aplicaran eutanasia ese mismo día.
Sarah Lauch, una de las voluntarias líderes del Programa de Intervención y Apoyo de Rescate de Chicago (CRISP) que ayuda a los propietarios a mantener a sus perros, no podía creer la decisión de la mujer e hizo todo lo posible para intervenir y ganar tiempo para intentar rescatarlo.
Margaret Fraser, otra voluntaria del refugio comenzó a llorar apenas supo lo que ocurriría con Sherman y apenas lo fue a ver, él comenzó a consolarla pese a que era él a quien iban a sacrificar. “Nos sentábamos y él se subía a mi regazo y lamía las lágrimas de mi cara“.
“Simplemente no podía dejar ir a este perro, así que seguí peleando” dijo Fraser.
Finalmente los voluntarios lograron convencer al refugio para mantener al pitbull con vida y enviarlo a algún grupo de rescate local, pero no fue fácil, pues la mayoría estaban llenos o no admitían esa raza. Así que por mientras, seguía viviendo en su primer refugio y rápidamente empezó a enfermar.
“No estábamos seguros de si tenía neumonía o de lo que estaba pasando… pero cuando los perros se enferman, también corren el riesgo de recibir la eutanasia. Así que se volvió “urgente” encontrarle un hogar dos semanas después”.
Afortunadamente un grupo llamado Incredi-Bull Rescue adoptó a Sherman y le buscó un hogar de acogida donde volvió a ser feliz. Cuando se iba, no podía parar de mover la cola, emocionado por volver a sentir el amor de una familia.
Por estos días su nueva madre adoptiva, Emilia Lynch, está encantada con su nueva mascota y feliz de que haya funcionado todo bien. Ella de inmediato notó lo dulce que era Sherman y le está dando la vida que se merece.
Source: UPSOCL