El fin de semana estuve en el maravilloso Puerto de Acapulco, me hicieron el favor de invitarme al Festival de Pescados y Mariscos en el Hotel Elcano, evento que Pedro Haces y Lucy Guillen organizan año con año, y el motivo es presentar las delicias del mar en nueve tiempos distintos, y la verdad es una auténtica maravilla. Pero les hablo de este importante suceso porque, como éste, hay muchos más a lo largo y ancho del año y les cuento.
Los prestadores de servicios del puerto hacen todo lo que está a su alcance para mantenerse como la mejor opción turística del país, no obstante, también nos queda claro que muchas de las noticias que nos llegan son malas, pues sí, hay un clima de violencia, aunque los lugareños aseguran que no es en la zona turística, sino a las orillas de la ciudad.
Es un hecho que marinos salvaguardan la Costera Miguel Alemán y las playas, pero regresando al gran esfuerzo que se hace en Acapulco, hay descuentos en hoteles y vuelos, en la Autopista del Sol, así como en restaurantes y antros, para seguir captando turismo.
Por ejemplo, el sábado, miles de charros desfilaron por la costera y uno se pregunta, ¿qué tiene que ver un desfile charro con Acapulco?, pues casi nada y quizá no se entienda mucho, pero es un esfuerzo más para que la gente vaya, gaste y confíe en nuestro Acapulco hermoso.
El Mundo Imperial es otro de los atractivos turísticos, pues se presentan artistas de altísimo nivel internacional; pero sin vuelta de hoja, Acapulco es un destino privilegiado con los mejores restaurantes y con todos los precios, igual encuentran lugares desde el más fifí hasta uno sencillo de las famosas pescadillas o el maravilloso pozole guerrerense, igual llegan al antro más sofisticado del mundo que a una botanera, donde un grupo local divierte al público, igual hay deportes acuáticos, grandes hoteles, que tirolesas, pero lo más importante es la maravillosa atención del turismo del acapulqueño que, para hablar en términos de espectáculos, como dice Martín Urieta, se quita la camisa por un buen amigo.
Por esto, concluyo que Acapulco vive y de qué manera.
Source: Excelsior