Por Maricarmen Cortés
Aunque tanto el presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, como el futuro coordinador de la oficina de la Presidencia, Alfonso Romo, tratan de minimizar el impacto negativo que ha tenido en los mercados la cancelación del NAIM en Texcoco, la realidad es que prevalece la incertidumbre. El dólar interbancario cerró en 20.05 pesos ligeramente abajo de su cierre del lunes, mientras que el IPC de la Bolsa Mexicana de Valores perdió 341 puntos, a pesar de que los mercados en Estados Unidos se recuperaron y de que el PIB al tercer trimestre creció, con datos preliminares, en 2.7% un aumento superior al esperado por los mercados.
Lo que más llamó la atención ayer fue el nuevo video de López Obrador, quien acusó las críticas en contra de la cancelación del NAIM y al comportamiento de los mercados, de ser “una campaña orquestada por quienes se sienten afectados”.
Sin presentar ninguna prueba dijo que en el fondo estaba de por medio el interés de un grupo para “quedarse con los terrenos actuales del aeropuerto” y que incluso tiene el anteproyecto de que se pretendía crear una especie de Santa Fe.
Y en el colmo del cinismo dice que no había informado antes de este proyecto porque tenía que actuar con imparcialidad.
Esta acusación es absurda y preocupante por varios motivos. En primer lugar, porque las 700 hectáreas donde se ubica el AICM son terrenos federales y además, es el gobierno capitalino no el federal, el que autoriza el uso de suelos.
El tache es para el aún secretario de Comunicaciones y Transportes, Gerardo Ruiz Esparza, quien debería ser el primero en desmentir estas acusaciones. Mientras que el exjefe de Gobierno, Miguel Mancera, pretendió participar en la definición del uso de los terrenos del actual AICM que sí tienen un gran valor económico y social, Ruiz Esparza prefirió que la decisión la tomara el próximo gobierno.
De haber continuado con el NAIM, correspondería a López Obrador y a la futura jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, decidir el mejor uso para este terreno, oportunidad que también se perdió al cancelar Texcoco.
Y si López Obrador tiene pruebas que demuestren que funcionarios del actual gobierno están coludidos con empresarios para especular con tierras del actual AICM o de Texcoco, debería denunciarlos y procesarlos a partir del primero de diciembre, porque en efecto todos los mexicanos estamos cansados de la corrupción y de la impunidad.
Pero es un absurdo cancelar la mayor obra de infraestructura del país, la única opción de largo plazo para resolver el problema de saturación del actual AICM, por un supuesto proyecto para especular con terrenos actuales del aeropuerto.
Como bien dijo ayer el secretario de Turismo, Enrique de la Madrid, la ineptitud también es una forma de corrupción, y recordó que la cancelación del NAIM costará más que terminarlo.
ROGOZINSKI FUNDARÁ NEUROBICS
A un mes de que termine la actual administración, Jacques Rogozinski, decidió que al dejar la dirección de Nacional Financiera, seguirá viviendo en México y como muchos otros exfuncionarios, está considerando abrir su propia empresa de consultoría: Neurobics.
Es una consultoría que tendrá una importante especialidad: economía colaborativa. Asesoría en proyectos con aplicación de nuevas tecnologías en dos aéreas específicas: energía y finanzas.
Neurobics juega con las palabras neuronas y ejercicio e iniciaría operaciones en diciembre próximo.
En el equipo fundador además de Rogozinski están también Raúl Solís, actual DGA de Nafin, y Nelly Ramírez Moncada, una joven nicaragüense quien forma parte de Global Shapers Community.
Además el muy inquieto Rogozinki, quien ya inició el proceso de transición con su sucesor Eugenio Nájera, uno de los brazos derechos de Alfonso Romo en Vector, publicará en marzo su próximo libro también con un título muy original: ¿Ahora pa’ dónde? Reflexiones sobre cultura y desarrollo en el mundo.
BALANCE POSITIVO EN NAFIN
En cuanto al cierre de la administración, Jacques Rogozinski está satisfecho de los resultados en Nacional Financiera porque terminarán el año con 501 mil 302 millones de pesos como salto total en apoyos al sector privado, un crecimiento de 2.2 veces frente al cierre de 2012 fue de 231 mil 298 millones incluidos créditos propios, operaciones de primer y segundo piso, cadenas productivas, créditos inducido con garantías y aportaciones de capital del Fondo de Fondos.
Source: Excelsior