El líder del régimen de Cuba, Miguel Díaz-Canel, recibió el jueves al jefe del Comité de Relaciones Exteriores del Senado de Estados Unidos, Robert Corker, días antes de viajar a Nueva York para la Asamblea General de la ONU.
“Durante el encuentro, ambos dialogaron sobre el estado de las relaciones bilaterales entre Estados Unidos y Cuba, y temas de interés común”, dijo la prensa estatal en un comunicado. El miércoles, Corker ya había sido recibido por el canciller cubano Bruno Rodríguez.
Corker es la más alta autoridad de Estados Unidos que se ha reunido con Díaz-Canel desde que este asumió la presidencia de la isla el 19 de abril, en reemplazo de Raúl Castro.
La visita del senador republicano ocurre a pocos días de que el presidente de Cuba viaje a Nueva York para participar de la Asamblea General de la ONU, y a semanas de que este foro vote una resolución contra el embargo que Estados Unidos aplica a la isla socialista desde 1962.
El proyecto para poner fin al bloqueo a Cuba, votado año a año en la plenaria mundial desde hace más de dos décadas, cuenta con un mayoritario apoyo.
Pese a su conocida posición a favor de mantener el embargo, Estados Unidos se abstuvo de votar en 2016 -la única vez- tras el histórico acercamiento entre Barack Obama y Raúl Castro, que restituyó relaciones diplomáticas rotas por más de medio siglo y permitió reabrir embajadas.
Pero, tras la llegada de Donald Trump al gobierno, Washington informó que a fines de 2016 una veintena de sus diplomáticos en La Habana y familiares fueron víctimas de presuntos “ataques acústicos” que causaron daños a su salud, una acusación que Cuba rechaza.
El último domingo, Díaz-Canel consideró que las relaciones con Estados Unidos estaban en “retroceso”, pero se mostró abierto al diálogo en igualdad de condiciones, en el que haya respeto y “no se condicione” la soberanía de su país.
A mediados de septiembre, el republicano Corker se reunió en Washington con científicos cubanos que formaron parte de una comisión que investigó la denuncia de los presuntos “ataques acústicos“.
En aquella ocasión, los especialistas cubanos consideraron que la mayoría de las dolencias supuestamente sufridas por los diplomáticos, como dolores de cabeza, náuseas, mareos o trastornos de equilibrio o de sueño, son producidos por enfermedades como hipertensión o estrés o están relacionadas a enfermedades preexistentes.
Pese a la tensión en las relaciones, Cuba y Estados Unidos mantienen activas comisiones bilaterales referidas a temas como cooperación judicial o migratoria.
Con información de AFP
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Source: Infobae