El cubano Dúo Karma (Xóchitl Galán y Fito Hernández, voz y guitarra respectivamente) ya tiene acreditadas sus horas de vuelo en Argentina y como tales, disfrutan de una nueva vida en un nuevo país. “Ya desde nuestra adolescencia amábamos la cultura de acá, la música; el folclore y también el rock, sus escritores, su cine. Así que veníamos entregados, pero la experiencia superó la expectativa. Lo que más nos fascinó es la vida cultural, el constante movimiento de artistas y la diversidad y riqueza cultural también de todo el territorio”, responden con certeza. Primero con el boca a boca (oído a oído, más bien) y después con persistente tozudez artística, ganaron un lugar en el gusto de un público familiar receptivo. Y ya son un clásico de la música “apta para todo público”.

Ahora, para el tiempo de su promover su nuevo disco-libro Firmamento proponen un recital de canciones, de las nuevas y de las clásicas, que además incluye una llamativa puesta audiovisual nutrida de las ilustraciones que componen el arte de su nueva obra. Allí, a lo largo de 12 canciones recorren una variedad de ritmos caribeños propios de su cultura natal asoman letras que remiten a la simple belleza de la naturaleza, el valor del juego como diversión y una mirada intimista sobre cada una de las emociones que se comparten en familia.

Este domingo 23 concluirán una satisfactoria serie de shows en el Teatro Caras y Caretas, con plena aprobación popular. “El contacto con el público es siempre una celebración. No deja de sorprendernos siempre la calidez, el respeto, el cariño y exigencia de los argentinos. Nunca hemos tenido que forzar o modificar algo de nuestra propuesta por estar en otro país. Ha sido recibida de brazos abiertos tal cual es y eso se agradece mucho”.

En nuevo disco resalta la participación de un ilustre compatriota y colega en la canción que nombra al disco. Se trata de Silvio Rodríguez, el hombre que puso letra y música a varias de las páginas más relevantes de la canción popular de América Latina. La música de Silvio fue parte fundamental de la banda sonora con la que crecimos. Y cuando nos hicimos trovadores, Silvio se resignificó. Su influencia y obra han calado hondo en nuestro camino por la belleza poética y musical, su sabiduría y su consecuencia. Cuando compusimos ése tema, soñábamos con su voz y su presencia. Así que lo invitamos y con tremenda generosidad aceptó y grabó hermosamente”.