Detrás de los cinco sicarios disfrazados de mariachis que acribillaron a una decena de personas -de las cuales murieron seis- en una de las plazas más famosas del país, hay una disputa entre “La Unión Tepito” y una escisión conocida como la “Fuerza Anti Unión”, apuntó.
“En la plaza Garibaldi se estaba esperando un ataque. Los comerciantes ya lo habían alertado, nadie los escuchó”, contó el periodista Héctor De Mauleón en #AristeguiEnVivo, sobre la balacera que se registró el pasado viernes en una “chelería” de la calle Honduras y el Callejón de la Amargura en el centro de la Ciudad de México.
Detrás de los cinco sicarios disfrazados de mariachis que acribillaron a una decena de personas -de las cuales murieron seis- en una de las plazas más famosas del país, hay una disputa entre “La Unión Tepito” y una escisión conocida como la “Fuerza Anti Unión”, apuntó el periodista, quien ha seguido de cerca el paso de los grupos criminales por la capital del país.
La “chelería” donde ocurrieron los hechos era propiedad de una de las mujeres que murieron, Araceli, y de “El Chucho”, otra de las víctimas mortales. Este último, informó el periodista, era el encargado de la venta de droga en Garibaldi tras la muerte del esposo de Araceli, líder de la “Fuerza Anti Unión”, al que habían matado en marzo pasado en Tlatelolco.
“Los acompañaba familia y jóvenes que habían reclutado para que sustituyeran a los que habían caído en esta pugna”, agregó.
De Mauleón señaló que la plaza Garibaldi es una “mina de oro” porque la venta de alcohol y drogas se da las 24 horas del día y hay cobro de piso a los negocios establecidos y a ambulantes.
La balacera del viernes era algo que dependientes y vecinos esperaban desde hace dos meses, según el periodista, luego de la ejecución de uno de los líderes de “La Unión Tepito”al que apodaban “El Pulga”.
“Los vecinos de la plaza y dependientes de los comercios escucharon la ráfaga, las súplicas, los gritos de dolor y escucharon que decían: ‘esto es por todo lo que debes, por todo lo que has hecho’ y 60 casquillos recogería después la policía’”, contó.
Y recordó lo ocurrido hace unos años cuando la ciudad se conmocionó con la aparición de restos que grupos criminales dejaron en colonias como Tepito y Azcapotzalco.
“Era el anuncio de lo que estaba por venir en medio de esta pugna en unos años en que el gobierno de la ciudad se empeñaba en negar la existencia del crimen organizado en la capital del país y todo fue escalando: vimos ejecuciones, descuartizados en bolsas negras de plástico en distintos lugares hasta que llegamos a la cima del horror con la aparición de cuerpos desmembrados en el puente de Nonoalco hace dos meses”, detalló el periodista.
Según él, eran vendedores de droga de la “Fuerza Anti Unión” que habían sido levantados en la plaza Garibaldi. Las ejecuciones continuaron y “se encontró un nuevo punto culminante de esta guerra el viernes pasado cuando unos sujetos vestidos de Mariachi entraron a la plaza”.
Una plaza, dijo De Mauleón, que había sido oscurecida por este grupo criminal para protegerse. Sin embargo, sus enemigos entraron finalmente vestidos de mariachis con estuches de instrumentos musicales, de los cuales sacaron las armas y abrieron fuego contra ellos.
“Durante los minutos que siguieron a la ejecución hubo silencio, algunos comercios comenzaron a cerrar pero 20 minutos más tarde el ruido fue volviendo a Garibaldi”, narró el periodista.
Salvo la zona del crimen que los patrulleros marcaron con vasos de plástico, “en la mayor parte de la plaza estaba ya plegado otra vez al frenesí de un viernes de quincena, previo al Grito”.
“La gente de la plaza dice que esto apenas comienza“, dijo el periodista y aseguró que es preocupante que esto esté ocurriendo “en una plaza que está a siete calles exactas del zócalo, de la sede de los poderes, en la sede donde despacha el jefe de gobierno de la Ciudad de México”.
información: Aristegui noticias
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