El Museo contaba con más de 20 millones de piezas de valor histórico; desde hace varios años el recinto ha estada abandonado por el gobierno.
Un incendio arrasaba la noche de este domingo el Museo Nacional de Río de Janeiro, en Brasil, sin que haya reportes sobre víctimas, aunque se temen graves daños en el acervo de unos 20 millones de piezas en el recinto histórico.
Personal de siete cuarteles del Cuerpo de Bomberos de Río se movilizó hacia las 19:30 hora local ante la emergencia en el Museo, que estaba cerrado al público al momento del incendio y sólo había cuatro guardias de seguridad que lograron abandonar el recinto, indicó la Agencia Brasi de noticias.
Un reporte preliminar indicaba que el fuego afectó la mayor parte del edificio, en especial dos áreas en donde estaban las colecciones y las exposiciones, así como un área administrativa, agregó la Agencia Brasil.
Hacia el lugar se desplazaron también elementos de la Policía Militar y personal de salud en ambulancias.
En una nota, el presidente brasileño Michel Temer lamentó que con el incendio se hayan perdido “200 años de trabajo, investigación y conocimiento”, y subrayó que es “incalculable para Brasil la pérdida del acervo del Museo Nacional”.
El museo está localizado en el parque nacional de la Quinta Boa Vista, en San Cristóbal, en la zona norte de Río de Janeiro, y tiene su sede en un edificio del siglo XIX, que fue residencia de la familia real brasileña, y está vinculado a la Universidad Federal de Río de Janeiro, indicó el diario Jornal do Brasil.
El Museo Nacional de Río de Janeiro fue fundado en 1818 por el entonces monarca Joao VI, y tiene colecciones de paleontología, arqueología, geología, botánica y zoología, así como una biblioteca con obras raras, y un área de extensión y estudios de posgrado. Esta semana, el recinto sería sede de un debate sobre la independencia de Brasil, y para octubre estaba programado el IV Simposio Brasileño de Paleontoinvertebrados, indicó la Agecia Brasil.
El incendio que consumió el “incalculable” patrimonio cultural e histórico del Museo Nacional de Río de Janeiro, donde había 20 millones de piezas, fue calificado por expertos como “una muerte anunciada”, después de que la institución denunciara abandono por parte de las autoridades políticas y falta de presupuesto.
Vinculado a la Universidad Federal de Río de Janeiro (UFRJ), pública, el Museo Nacional recibía desde hace tres años apenas el 60 por ciento de los 550 mil reales (unos 180 mil dólares) anuales con los que la institución sufragaba los costos de mantenimiento.
En mayo, cuando el Museo se preparaba para el aniversario de sus 200 años, el seis de junio, su director, Alexander Kellner, anunció en televisión que la institución haría una “colecta virtual” para acometer obras de reestructuración en el palacio, que albergaba un patrimonio cultural histórico.
La UFRJ dijo que estaba buscando financiación de unos cinco millones de dólares para poder reestructurar el edificio, consumido la madrugada de este domingo por un devastador incendio cuyas causas todavía se desconocen.
Desde hace años varias salas estaban cerradas a los visitantes por la falta de presupuesto para organizar exposiciones, mientras los funcionarios denunciaron la falta de apoyo del poder político, lo que en 2015 provocó el cierre temporal del Museo Nacional por impago a los funcionarios.
“Perdimos la oportunidad de conocer parte del pasado de Brasil”, dijo Claudio Prado de Mello, arqueólogo e historiador del Instituto de Patrimonio Histórico y Artístico Nacional (IPHAN) de Brasil, que aseguró que “las piezas más importantes de la arqueología brasileña estaban concentradas aquí”.
La destrucción del Museo Nacional es un símbolo de la crisis económica que sufre Río de Janeiro como consecuencia de la recesión en Brasil y de los enormes desvíos por corrupción revelados desde 2014 con la Operación Lava Jato.