CIUDAD DE MÉXICO.
Gustavo Garrido Mendoza tiene mucho colmillo. Su paciente más difícil fue un lobo mexicano al que se le había pasado el efecto de anestesia y comenzó a lanzarle mordidas en plena endodoncia.
Los pacientes de este peculiar odontólogo nacido en la Ciudad de México no sólo pueden morderlo, sino arrancarle la mano: todos se consideran depredadores; por eso tiene que estar alerta todo el tiempo que dure cada intervención quirúrgica. Es por ello que su labor profesional, gracias a la cual ha forjado una pericia excepcional, lo enorgullece, pues le brinda ayuda médica a muchos animales que mejoran de inmediato su calidad de vida. Eso es lo que piensa este especialista, quien se considera pionero de la odontología veterinaria en México.
Desde niño me gustan los animales. Yo creo que todos los que elegimos dedicarnos a una especialidad veterinaria lo hacemos porque queremos ayudar, hacer algo por el bien de los animales”, contestó en su consultorio ubicado en la capital de la República.
Desde hace más de 20 años Garrido se ha dedicado a la odontología veterinaria. Se tituló en la Facultad de Odontología de la UNAM y posteriormente ingresó a la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia, donde quiso incursionar en la salud dental de los mamíferos.
No existe como tal la educación en odontología veterinaria en las universidades, es algo a lo que no se le ha dado la importancia, aunque en Estados Unidos y en España ya existen las especialidades de odontología veterinaria”, explica.
IGUAL QUE HUMANOS
Garrido habla de sus pacientes con la misma naturalidad con la que un odontólogo convencional lo haría. Detalla que los principales problemas que tienen los osos, lobos marinos, tigres, monos, lobos y jaguares que ha atendido, es la enfermedad periodontal por falta de aseo y fracturas en algunos de sus dientes al morder sus jaulas.
El odontólogo muestra con orgullo las fotografías de algunos de sus casos más relevantes. Rememora los casos de un oso polar y un lobo marino, mamíferos que representaron un gran reto en su carrera.
Quizá haber atendido a un león marino y un oso, que son especies que pasan parte de su vida en el agua, es algo que nos hace ver ciertas características diferentes”, declaró.
Al consultorio del doctor Garrido acuden empresarios, dueños de zoológicos, y hoteles, pero también amas de casa y jóvenes que llevan a sus perros y gatos domésticos.
ENFERMOS, 8 DE CADA 10
El especialista señala que, en su consulta, ocho de cada 10 perros y gatos tienen enfermedad periodontal, además de que sufren lesiones en sus dientes y encías por caídas o morder juguetes y carnazas muy duras.
Los animales, al igual que los humanos, deben recibir atención odontológica. No atender infecciones bucales los pone en riesgo de que las bacterias viajen en su torrente sanguíneo, ocasionándoles daños al corazón o riñones, que pongan en riesgo su vida, advirtió.
Actualmente Gustavo Garrido impulsa un proyecto de clases de especialización a otros veterinarios para dar atención odontológica a animales.
cva
Source: Excelsior