Los animales no dejan de sorprendernos. Su amor incondicional derriba fronteras e incluso es capaz de doblar la ley de la naturaleza, y esta historia de la gata con sus “gatitos amarillos” es una prueba ejemplar de ello. El instinto maternal fue más fuerte que su instinto de caza, y lo que hizo es realmente impactante.
Una pareja en Inglaterra, Kate y Ronan, buscaba a sus tres nuevos patitos que habían adquirido para su granja cuando, de pronto, se percataron que había una gata que los acechaba. La mujer se acercó y vio que la gata estaba sosteniendo a uno de los patitos en su boca y se imaginó lo peor. Iba a intentar salvarlo cuando se dio cuenta que el panorama era completamente lo contrario.
La gata se recostó y comenzó a amamantar a los tres patitos. Se quedaron pasmados, pues no entendían qué estaban viendo. ¿El mundo al revés? Bueno, algo así…o un instinto maternal muy potente.
La gata había dado a luz a tres gatitos hace unas horas y encontró a estos patitos solos, sin su madre. No dudó en protegerlos, amamantarlos junto a sus gatitos y en definitiva, adoptarlos. Las hormonas que se desencadenaron en el organismo de la gata tras dar a luz evitaron que les hiciera daño y que quisiera acogerlos.
A la pareja se les derritió el corazón al ver esta escena que no fueron capaces de separarlos. Decidieron mantener a la gata y a sus crías, y dejarlos cerca, como una familia.
“Había demasiado amor allí, es un vínculo para toda la vida y podía ver eso ocurrir entre la gata y los patos”, dijo Kate en el video de la BBC.
Y no se equivocaba. Meses después los patos ya están crecidos y no son más esos polluelos amarillos indefensos, sin embargo, siguen a su madre, la gata, a todos lados y tienen una relación indescriptible. Los gatitos, que aún siguen pequeños, los ven también como parte de su familia porque se amamantaron juntos; no los ven como comida ni ellos a los gatos como una amenaza. ¡Son hermanos!
La gata además de mucho amor, tuvo mucha paciencia y perseverancia al criarlos porque los patitos por naturaleza son revoltosos y no se saben portar como los gatos. Los tomaba cuidadosamente con su boca para ordenarlos y llevarlos con sus crías. “Era como que les dijera, por favor, pórtense bien como sus hermanos”, afirmó Kate.
Ronan y Kate creen que si la gata los hubiese encontrado unos días antes -previamente a dar a luz- la historia hubiese sido muy diferente. ¡La naturaleza es magnífica!
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Source: UPSOCL