La tarde del sábado 4 de agosto, en un nada usual desfile militar en la Avenida Bolívar de Caracas, ya que siempre se realizan en fuertes y zonas castrenses, se originó algo que la pandilla empoderada presenta como un atentado, mientras muchos opinan que es un montaje y otros preferimos no dar por verdad nada que no sea producto de la investigación honesta (De nuestra parte y de observadores internacionales calificados) y sobre todo de lo que tiene que ser máxima es una Venezuela destruida y secuestrada por el mal: no irnos de bruces, no darle facilidades a estos esbirros para justificar más crímenes y que se ensañen contra los opositores y fabriquen otras razones para acosar, perseguir y encarcelar aún más.
Aunque en esa absurda concepción del periodismo como una forma de aparecer siempre de primeros aunque hacerlo denote irresponsabilidad y falsedad, muy poco tiempo transcurrió entre el suceso y la aparición en un programa que se transmite desde Miami de un grupo erogándose la autoría, manera de darle apoyo al show si así lo fue…
Ausencia absoluta de seriedad, de reflexión, de pensamiento… Ayuda invalorable para una narcotiranía que no le interesa que pensemos en el contexto sociopolítico donde le toca sobrevivir. Donde hay que hacer desaparecer o colocar en segundo término un juicio a Nicolás Maduro que impulsa el verdadero y legítimo Tribunal Supremo de Justicia (En el exilio) y no el mamotreto hamponíl que se han creado como Poder Judicial. También lo que ya se vislumbra como estruendosos fiascos de medidas, todas copiadas del estilo comunista que no poseen más propósito que agobiar aún más al ciudadano, convertirlo en esclavo y borrarle de su vida el decoro y el arrojo. Medidas como un inadmisible censo automotor, un carnet para poder comprar gasolina y por supuesto todo el resto de controles que ya padecemos.
La pulverizante mega inflación que en breve será del millón por ciento y con la que no existirá ingreso lícito que pueda cubrirla. Mega inflación carburante insuperable para una huelga o paro general que cada vez pareciera tomar fuerza ya que llegamos no al momento de mostrar valor sino a las reacciones que genera el simple instinto de conservación.
Por eso, ante esto se imponen preguntas que han salido a la palestra: ¿A quiénes beneficiaría ese supuesto atentado sea verdadero o sea falso? ¿La oposición venezolana tiene la necesidad de realizar un atentado, justo cuando el régimen está en su peor momento desnudo en su saqueo, sus conexiones con el narcotráfico internacional y su más que evidente incapacidad?
También el gobierno de los Estados Unidos se pronuncia y desmiente a Nicolás Maduro, en afirmaciones del asesor del presidente Trump en materia de Seguridad Nacional John Bolton, que ha declarado: “Mientras no haya informaciones sólidas que vinculen a Washington, deberíamos concentrarnos en la corrupción y opresión del régimen”, esto unido a lo dicho por calificados representantes del gobierno colombiano que también tildan de “absurdas” las versiones del castrochavismo.
Hoy en esta columna me limito a comentar, nunca a aseverar ni si fue un atentado o si por el contrario ha sido una farsa; claro que hay una “Cultura” adquirida por años de padecer una tiranía y que después de 19 años, aún cuenta con ingenuos y también con cómplices que la tildan de “Democracia”, pero lo adulto, lo inteligente es tener muy en cuenta que si tu enemigo tiene las armas y no posee nada de gallardía lo mejor que puede una persona cuerda y por supuesto nada teatrera hacer, es esperar para sacar conclusiones de un hecho que tiene demasiados visos de show cubiche, así haya dejado al descubierto la “Aguerrida” condición de militares decididos a no demorar una carrera si el culillo (Miedo) toca a retirada…
Sigo como les digo, recabando información, analizando la que existe. Sigo sin dar por seguro nada, ni el atentado ni la mencionada bombona de gas que dicen los bomberos del Distrito Federal que estalló cuando el mastodonte comenzaba con su perorata, una más de las que nos “Regala” con tesón y en las cuales jamás falta una de sus “profundísimas” frases como la que se mandó el sábado y cito: “Por primera vez y nunca antes se había anunciado un paquete económico en el marco de un atentado”.
Continúa la tragedia, sigue la condena a muerte por hambre y mengua, el saqueo de lo que queda, siguen muchos cómplices fungiendo de opositores, sigue el éxodo, la desesperanza… Y allí Maduro y toda esa pandilla que lo acompaña asegurando que el fulano ejército bolivariano está “listo para repeler cualquier ataque imperialista” aunque lo que se vio fue un vergonzante componente militar dejando el pelero mientras se negaban a colocar “Rodilla en tierra” para cuidar la seguridad del dictador; por eso es prudente que el próximo “Atentado” lo conciban de manera que no quede tan mal la Fuerza Armada castrochavista. Eso de echar a correr al primer ruidito ni a la “Primera combatiente” se le ocurrió, esa se quedó muy campante y quizá por ello ayuda a los malos pensamientos y a no olvidarnos que según los servicios secretos de la tiranía cubana al sátrapa Fidel Castro lo intentaron matar 638 veces… O sea que en esa materia, los invasores que aquí mandan y mantienen a su marioneta en el Poder conocen muy bien lo oportuno que puede ser preparar un “Atentado” por ridículo que parezca y que no mata hambre, no mata hiperinflación y ojalá no mate las posibles protestas por las que millones clamamos y nos sumamos…
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Source: Infobae