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César Cravioto, el político que nunca pensó serlo

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César Cravioto, el político que nunca pensó serlo
Paulina Silva
CIUDAD DE MÉXICO.

Su nombre relució en la Ciudad de México hace tres años cuando fue designado coordinador del Grupo Parlamentario de Morena en su primera aparición como fuerza política en la Asamblea Legislativa. Ahora, César Cravioto Romero será el hombre encargado de llevar el cauce de la reconstrucción de esta  capital azotada por el sismo del pasado 19 de septiembre. 

Un hombre orgulloso de formar parte de un proyecto de Gobierno y cuya tarea será consolidar el renacimiento de una ciudad y de sus habitantes que aún sienten –como si fuera el primer día– la  pérdida de sus seres queridos y también de  sus viviendas. 

Estaremos muy cerca de los damnificados. No pondremos como centro del trabajo los ladrillos, sino a los seres humanos. Atenderemos las necesidades de la gente, de las familias y, obviamente, agilizaremos el proceso de reconstrucción hasta concluirlo”, aseveró en entrevista para Excélsior

¿Cuánto tiempo tardará la reconstrucción? Pregunta este diario al también coordinador de Morena en la Asamblea Legislativa. Él asegura que será una encomienda que deberá concluirse en los primeros años de gobierno de Claudia Sheinbaum. “Tres años, cuando mucho”, enfatiza, en contraste con la actual administración que en su momento anunció que el procedimiento tardaría hasta siete años.  

Cravioto es licenciado en Ciencias de la Comunicación con especialidad en Políticas Sociales por la Universidad Iberoamericana y cuenta con un diplomado en Políticas Públicas por la Universidad Autónoma de la Ciudad de México, la misma que su líder político Andrés Manuel López Obrador inauguró en 2001 cuando fue jefe de Gobierno. 

Fue becario en la agencia de noticias Notimex en 1987, trabajó para la línea de autobuses ADO y fue gerente de la empresa Pleca Comunicación. Sus inicios en la vida política surgieron luego de encabezar proyectos de comunicación para gobiernos estatales y municipales, así como en campañas electorales. 

Su primer cargo público lo obtuvo luego de haber sido asesor en la Dirección General de Concertación Política, Atención Social y Ciudadana del Gobierno capitalino en la administración del tabasqueño, cargo que lo convirtió en el director de esa dependencia por los siguientes tres años y hasta 2005. 

Gran parte de su carrera política se la debe a Martí Batres, de quien es suplente en el Senado de la República y con quien operó políticamente en favor de la fracción perredista Izquierda Democrática Nacional (IDN), dirigida por René Bejarano. 

La  relación profesional con Batres Guadarrama lo llevó a convertirse entre  2007 y 2011 en director del Instituto de Asistencia e Integración Social (IASIS) que coordinaba la Secretaría de Desarrollo Social, durante la administración de Marcelo Ebrard. 

Cravioto trabajó infructuosamente en favor de Batres, quien buscaba postularse como delegado en Iztapalapa en 2012; sin embargo, esto le sirvió para ser designado coordinador de Morena en la Asamblea Legislativa durante la VII Legislatura, de 2015 a 2018.

En los últimos meses, César Cravioto fue el principal operador político de la campaña de Claudia Sheinbaum, pues fungió como su coordinador de voceros y puso en marcha el sitio juegalimpio.mx para denunciar la compra de voto y otros delitos electorales. 

También forma parte de la Comisión de Transición de la jefa de Gobierno electa,  y será el responsable del proceso de entrega-recepción de la estafeta del Gobierno capitalino del PRD a Morena, la primera alternancia política en la urbe desde 1997, año en que los capitalinos votaron por primera vez por quien gobernaría su ciudad. 

La vida política es impredecible. Jamás imaginé ser diputado, mucho menos coordinador parlamentario en la Asamblea Legislativa. Yo seguiré sirviendo a Claudia Sheinbaum o a Andrés Manuel López Obrador desde donde me corresponda. Por ahora, el encargo que me tocará desempeñar es muy noble y necesario y lo haré con toda responsabilidad”, asegura.    

Orgulloso de formar parte de la mayor fuerza política en la ciudad en sólo cuatro años, Cravioto sabe disimular el regocijo que provocan los frutos del esfuerzo tras una cautelosa sonrisa. Asegura que el poder que su partido obtuvo en las elecciones lo emplearán de manera responsable. 

Vamos a utilizarlo en beneficio de la ciudadanía, con honestidad y con inteligencia”, asegura al tiempo en el que rechaza un posible escenario en el que el partido al que pertenece pueda corromperse. 

 Ahora estamos en la ‘luna de miel’. Tenemos once delegaciones, el Congreso y la jefatura de Gobierno, pero debemos asegurarnos de cumplir las expectativas del electorado, acabar con la corrupción y los abusos, pero también evitar las fracciones dentro del partido, como ocurrió con el PRD. Eso no puede sucederle a Morena”, asevera. 

Aunque le cuesta trabajo hablar sobre sí mismo, César Cravioto se define como un hombre responsable, persistente, trabajador y sumamente honesto;  sin embargo, asegura que no tiene pelos en la lengua cuando de externar su opinión se trata, sin importar que se encuentre con el próximo Presidente de la República, con la futura jefa de Gobierno o con el eventual canciller, Marcelo Ebrard. 

Siempre he dicho lo que he pensado. Nunca me quedo callado. Cuando no creo lo mismo, pues lo digo; no importa si me hacen caso o no, pero no me quedo callado. Por eso me he sentido cómodo con este proyecto, porque nadie me ha dicho ‘no puedes opinar’”, asegura. 

A sus cincuenta años, su tiempo libre lo dedica a leer a autores como Fiódor Dostoyevski, Juan Rulfo, Julio Cortázar, Hermann Hesse o lo que llegue a sus manos, pero también disfruta pasar tiempo con su hija de 12 años, pues se asume como un padre apapachador, una función que le ha enseñado a no pensar de manera egoísta y a preocuparse por el bienestar ajeno, misma filosofía que aplica como legislador o como servidor público. 

En diez años veo una mejor ciudad gobernada por Morena. Una ciudad más ordenada. Una ciudad más limpia, más segura, donde los recursos públicos se utilicen de manera inteligente para atender los rezagos. Y yo me veo saliendo a caminar a las calles con la frente en alto”, sostiene con una sincera sonrisa que augura buen futuro para la Ciudad de México.


Source: Excelsior