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viernes, septiembre 20, 2024

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El escándalo sigue ascendiendo: el sacerdote más poderoso de Chile será imputado por casos de abuso

Desde que el Papa viajó a Chile a fines del 2017, la sede de la Iglesia Católica en el país no ha hecho más que sumirse en el profundo hoyo de los abusos y los encubrimientos que se venía excavando desde hace ya  varios años. Después de denuncias que involucraban a actores chilenos de la iglesia con relevancia internacional, y la llegada de estas quejas hasta los oídos del Sumo Pontífice, uno a uno han ido cayendo todos los participantes de la enorme red de abusos que se tejía en Chile.

El Ministerio Público ha comenzado a allanar oficinas en las iglesias, requisar computadoras, revisar viejos discos duros, y hacer severos interrogatorios a una serie de sacerdotes. Actualmente, ya están en el Ministerio los antecedentes que recogieron hace meses los enviados especiales del Papa. El Vaticano también está al tanto de los testimonios, y ahora, el seleccionado de Dios en la tierra ha puesto investigadores especiales en cada región del país.

Protesta en la primera misa diriga por Ezzati tras darse a conocer que había sido citado a declarar en calidad de imputado (Foto: Agencia UNO)

Ahora, la investigación ha dado con uno de los nombres más importantes de la Iglesia Católica chilena, el cardenal Ricardo Ezzati. La pista clave para llegar a dar con la huella del hombre de 76 años, fue la detención del influyente sacerdote Óscar Muñoz. Muñoz fue imputado y encarcelado por abusos sexuales a menores y estupro. Hasta enero de este año, el sacerdote ostentaba uno de los puestos más importantes del arzobispado de Santiago: era el poderoso canciller. Una de las cosas que más temor y escalofríos generó en los fieles católicos chilenos, fue cuando supieron que, entre sus deberes como canciller, estaba recibir y estudiar uno a uno los casos sobre abuso al interior de la iglesia. Aún nadie sabía nada de sus nefastos actos, pero él tenía acceso a toda la información. El conducto regular estaba corrompido. Podía ver cómo la institución se desmoronaba. A pesar de que, seguramente tuvo miedo, en un principio guardó silencio. Tenía de su lado a Ricardo Ezzati, uno de los pocos sacerdotes en el país que tenían un cargo mayor al suyo, pero Muñoz había sido, durante años, su colaborador cercano. Muñoz tenía en su conciencia el haber abusado de una larga lista de niños y adolescentes (tres de ellos eran sus sobrinos directos) durante 16 años: desde el 2002 hasta el 2018, había dado rienda suelta a su degeneración. Mientras tanto, seguía viendo cómo los testimonios llegaban y llegaban. 

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Ezzati jamás denunció nada a la justicia. La verdad apenas salió a la luz cuando el propio Muñoz se autodenunció por algunos de esos casos. La Fiscalía abrió un caso en mayo de este año y, hace apenas algunos días, el fiscal jefe de Rancagua (una ciudad a menos de 100 kilómetros de la capital de Chile), Emiliano Arias, puso el foco sobre Ezzati. Aseguró que existía encubrimiento de parte del cardenal. Según Arias, la mayor autoridad de la iglesia chilena lo habría sabido todo. Muñoz se habría acercado a él a buscar consuelo espiritual.

“No compartes los criterios del Consejo Nacional de prevención de Abusos”.

Agencia UNO

Pero las críticas al cardenal no se han quedado solo dentro de lo legislativo: la misma comunidad eclesiástica conversa en público y a sus espaldas sobre el caso. Ahora, al parecer, Ezzati se está convirtiendo en una especie de persona non grata al interior de la iglesia católica. Entre los documentos que en este momento se revisan y se requisan, se encontró una carta del obispo Alejandro Goic (uno de aquellos a los que el Papa les aceptó la renuncia). En ella, Goic cuestionaba al cardenal por este tipo de hechos. Ya se sabía: “A veces tengo la impresión, quizás muy subjetiva, de que no compartes los criterios del Consejo Nacional de prevención de Abusos”, le escribía al cardenal el arzobispo de Santiago.

Ahora, Ezzati ha sido citado a dar sus declaraciones en calidad de imputado. El monseñor podría ser formalizado por encubrir los abusos, pero no ha dejado de defenderse. Según él, su corazón y su fe continúan con la Iglesia y su misión altruista: “Reitero mi compromiso y el de la Iglesia de Santiago con las víctimas, con la búsqueda de la verdad y con el respeto a la justicia civil. Tengo la convicción de que nunca he encubierto ni he obstruido a la Justicia, y como ciudadano cumpliré con mi deber de aportar todos los antecedentes que contribuyan a esclarecer los hechos”, escribió el cardenal en un comunicado oficial.

Agencia UNO

Ahora, solo queda esperar al 21 de agosto, día en el que el monseñor dará su versión de los hechos. 

Protesta en la primera misa diriga por Ezzati tras darse a conocer que había sido citado a declarar en calidad de imputado (Foto: Agencia UNO)

Actualmente, los 37 casos vigentes en las cortes chilenas tienen a 104 víctimas: 52 de ellos eran menores de edad cuando fueron abusados, 9 de ellos eran adultos, y el resto aún no está esclarecido. De acuerdo el Ministerio Público, Ezzati no sería el único encubridor: “[Existen] cinco casos por encubrimiento u obstrucción a la investigación contra superiores de congregaciones u obispos a cargo de una determinada diócesis”.


Source: UPSOCL

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